POR: EDUARDO AZATO / Ed.212 MARZO-ABRIL 2021
De Nat King Cole, a Queen; de Los Panchos, a Juan Gabriel; de la recordada Marisol, a la muy de moda Mon Laferte. ¿Qué lleva a los grandes artistas a grabar una canción en japonés?
“Domo arigato Misuta Roboto / mata au hi made / Domo arigato Misuta Roboto / himitsu wo shiritai..” Corría febrero de 1983 y la banda de rock progresivo Styx sorprendía al mundo cantando en japonés los primeros compases de su nueva canción, “Mr. Roboto”, que se mantendría durante 18 semanas en el ranking musical de Billboard. No fue la primera, ni tampoco la última vez que grandes estrellas de la música internacional cantarían en idioma japonés.
Desde finales de la década de los 50, con un país internacionalizado que se levantaba de sus cenizas tras perder la guerra, muchos aspectos de la vida en el extranjero fueron aceptados por la sociedad japonesa. Y la música no fue la excepción.
Tras dominar la escena musical japonesa durante buena parte de la década de los 40, las tonadas folclóricas y el género marcial “gunka” (canciones que exaltaban el nacionalismo de la ciudadanía), un Japón bajo ocupación norteamericana trataba de reconstruirse con sonidos novedosos que llegaban de fuera y que influyeron hasta en los artistas locales. El blues, el bolero, el rock and roll pronto fueron transformándose en “enka” o “kayo kyouku” que la población consumía con avidez, convirtiendo al país en un gran mercado para la industria musical. De hecho, en el 2012, ningún país en el mundo vendió tanta música en sus diferentes formatos (discos compactos, DVDs, descargas digitales) como el Japón y en nuestros días continúa siendo el segundo mayor mercado, tras los Estados Unidos y delante de Alemania.
Tratar de vender en un mercado inexplorado, entonces, podría parecer una excelente motivación para que grandes nombres artísticos se arriesguen a cantar algunos de sus éxitos en “nihongo” (ver lista). La exitosa entrada del rocanrol y las canciones románticas en las radios japonesas de los 60 llevaron a artistas como Neil Sedaka o Connie Francis, o el belga Salvatore Adamo, a animarse a versionar sus propios éxitos para el consumo nipón.
Hasta los boleros en español de Los Panchos se pusieron muy de moda, imponiendo en su particular estilo, junto al trío japonés Tri-Kats, el tema “Sononawa Fujiyama” (Se llama Fujiyama). A estos legendarios mexicanos debemos agradecer que en los karaoke podamos cantar algunos clásicos como “Quizás, Quizás, Quizás” o “Bésame Mucho” en nuestro idioma.
En muchos casos incluyen estos temas como un “bonus track” exclusivo para sus álbumes en edición japonesa, como el caso de The Police o Sixpence None The Richer. En otros, para uso exclusivo en sus conciertos en Japón, como el caso de Carpenters.
Hay casos sorprendentes como el del dúo cubano Los Compadres. Una canción suya de 1975 -”Boniato Asado”, inspirada en los pregones de los vendedores de “camote” asado en el Japón, tras una gira-, fue “sacada del baúl” en los noventas por la producción del programa infantil “Ponki-kids” de Fuji TV para usarse frecuentemente en una secuencia del programa como “Yakiimonouta”.
O acaso el de la recordada Marisol (luego Pepa Flores), la “Shirley Temple española”, que en su época “aidoru” pasó en 1966 varios días en Japón promoviendo una de sus películas, llegando a cantar una versión de su “Me conformo” en japonés y vestida a rigor de kimono.
El muy conocido “L-O-V-E” del gran Nat King Cole, de 1964, tuvo su versión japonesa en un lanzamiento en simultáneo del tema que incluyó también los idiomas italiano, español, alemán y francés.
Hasta Juan Gabriel grabó dos de sus éxitos en japonés: “No tengo dinero” y “Me he quedado solo”. En japonés fueron tituladas (así están escritas) «Canega nai qeledo mo» y «Gitomino kireina anoco», y fueron incluídas en su disco de compilación de sucesos “25 aniversario Solos, Duetos y Versiones Especiales”. Se ignora si el “Divo de Juárez” pudo entrar al mercado japonés, porque no
hay registro de estos discos. En todo caso, ambas versiones son una joya para cualquier fanático o seguidor de su carrera.
Cualquier fan de la chilena Mon Laferte también debe haber apreciado mucho el clip de vídeo que figura en el canal oficial de la cantautora en YouTube, cantando su balada “Antes de ti” en japonés luciendo un primoroso kimono. O las admiradoras del español David Bisbal deben haberse sorprendido cuando alguien en Twitter colocó un audio del almeriense cantando su canción “Oye el Boom”, pero en la versión “cover” que cantó el cantante japonés Go Hiromi en el 2007. Al parecer, la grabación iba a ser usada como tono para celulares.