POR: MARIO KIYOHARA / Ed.210 OCTUBRE-NOVIEMBRE 2020
Escena 1: Juan está en el trabajo y quiere sorprender a su novia con la cena. Desde su celular, una aplicación le indica que tiene en su refrigeradora, de qué puede proveerse en menos de una hora y le da sugerencias de platos con la receta de un restaurante famoso en París. Con un solo click la aplicación gestiona los pedidos y la llegada de los productos antes que Juan llegue a casa y le va orientando en el proceso de cocción resolviendo sus dudas.
Escena 2: El Doctor López está a punto de realizar una complicada cirugía de corazón abierto. Cuenta con una sala de operaciones, personal médico y más de 100 alumnos de la facultad de medicina que verán su labor. El detalle, el Doctor López se encuentra a más de 5,000 kilómetros del paciente.
Escena 3: Pepe es un fanático del fútbol y su mayor sueño es asistir a la final de la Champion League. Hoy es el día, siente la emoción de la cola para ingresar, el bullicio de las barras, el silbato inicial y grita el gol del triunfo que anotó su ídolo. Pepe está postrado en una cama en Lima con un visor y audífonos de realidad virtual.
Cada vez estamos más cerca a estos escenarios y de otros aún más complejos que aún se encuentran en el plano de la ciencia ficción. Ya existen grandes avances como la inteligencia artificial (como en la escena 2), los brazos de alta precisión manejados a distancia o la realidad virtual respectivamente; pero esto implica una enorme transmisión de datos en tiempo real que la actual tecnología de telefonía (4G) no puede cubrir. Sin embargo, el 19 de abril del 2019, en Corea del Sur, se lanzó la primera red 5G comercial del mundo.
Desde una perspectiva positiva, es uno de los mayores avances tecnológicos de la década, que va a facilitar enormemente el desarrollo en campos claves como la medicina, la investigación o la comunicación.
No obstante, no todo es color de rosa para este gran avance. Surgirán problemas como la privacidad de información personal, ya que, al estar alojado en la nube, información sensible como el estado de salud, los gustos y placeres serán conocidos por los desarrolladores de productos. Y en un sentido mayor, se podrá ingresar virtualmente o controlar a distancia la operatividad de centrales de energía, instalaciones militares o nucleares, poniendo en alto riesgo la seguridad nacional. Es por ello que países como EEUU y China y empresas como Huawei (el líder de la red 5G), Nokia y Ericsson se encuentran en una “guerra” por ser el líder de la red 5G y con ello proteger información propia y a su vez obtener información de sus enemigos.
En las próximas entregas nos adentraremos con más detalle a este fascinante tema, pero tengamos en cuenta que al final de todo, esta nueva tecnología? como todo lo desarrollado en la historia? siempre es y será una herramienta. Y así como lo es el cuchillo desde los albores de la humanidad, su beneficio o desgracia no está en sí mismo sino en la mano que lo manipula.
