SOLOS POCO, JUNTOS TODO

POR: MARIO KIYOHARA / Ed.214 JUL.-AGO.-SEP. 2021

Las tormentas tumban un árbol, pero no pueden con un bosque”

Este video lo representa de manera bastante clara
Este video lo representa de manera bastante clara . Dale click para ver el video.

 

Al cierre del presente artículo, el Perú vive con la incertidumbre de quién será el próximo presidente(a) que llevará los destinos del país por los próximos 5 años. Una situación por demás interesante visto desapasionadamente y al margen de cualquier preferencia política del autor.

Y decimos interesante porque al analizar las encuestas, la sensación del peruano es que el 54% (IPSOS 02.05.2021) desea que la situación cambie, pero de manera moderada (versus el 32% que lo prefiere radical). Consideramos que la pandemia del Covid 19 vino a agravar las otras crisis que veníamos arrastrando como país (económico, social, educativo, etc.) generando una “tormenta perfecta” en un lugar (Perú) y en un tiempo (2020-21) determinado.

Con los meses, y de manera natural y con las vacunas, la pandemia va a menguar (recordemos que la gripe española duró 3 años), pero como luego de toda tormenta quedarán escombros, que en nuestro caso se traducirán en una economía duramente golpeada, un sistema de salud quebrado, unos años educativos perdidos, etc. Durísima tarea para quien asuma las riendas del país.

Pero también la crisis nos ha dejado algunas situaciones que antes nos parecía lejano: Una incipiente pero prometedora educación semipresencial, una nueva dinámica comercial basada en compras en línea que reducen los costos, un esquema de teletrabajo asimilado que bien trabajado aumenta la productividad y reduce el tiempo perdido en transporte, etc. Todo ello va a constituir la nueva normalidad.

Todo esto suena muy bien pero asimismo existe la necesidad de un cambio en lo social. Las nuevas tecnologías van a crear una brecha enorme entre los que tienen los recursos (internet y conocimiento) y quienes sufren para acceder a ello. Y ya es visto que esta situación va a generar una conflictividad mayor a la que actualmente atravesamos. Y el cambio al que nos referimos no pasa por un tema ideológico. El cambio que como sociedad requerimos es aquel en la cual cada uno de nosotros miremos al del lado como ser humano, que lleva en sus hombros problemas, un pasado o un presente y que depende de nosotros brindarle una mano solidaria, una palabra de aliento o la más mínima oportunidad para que pueda levantarse.

Y no es un tema que de manera individual lo tenga que realizar cada uno. Hoy encontramos comunidades que se organizan de manera solidaria para salir adelante de manera autogestionaria y existen otras que se crean para brindarles la oportunidad a las primeras. La sociedad civil creada PARA SERVIR no es notoria como lo son las organizadas PARA RECLAMAR o hacer disturbios, pero es en ese silencio y mucho trabajo donde se alberga una nación que da esperanza en el futuro.

Hoy toda la sociedad, al margen de quién sea el que esté en el gobierno, está obligada a ser más humana y solidaria, y ahí radica nuestra razón de ser. Saber que sin ser médico ayudaste a curar enfermos, sin ser maestro hiciste posible que un niño tenga la oportunidad de aprender, o sin ser empresario conseguiste que alguien desempleado haga un trabajito que le lleve comida a su casa.

Luego de la tormenta viene la reconstrucción y trabajemos para que esta sea solidaria, sin dejar atrás al que la pasó mal. Mostremos a nuestros hijos el orgullo de haber salido juntos de todo esto y el aprendizaje de los errores (falta de prevención, individualismo, desorganización) porque esta crisis no es la última ni la peor que viviremos en los años venideros.

Versión PDF
Mesa de trabajo 1