Por: Mario Castro Ganoza / Ed.218 MAYO-MAYO 2022
El derrame de petróleo causado por la empresa española Repsol en las playas de Ventanilla
Más de dos meses después del derrame de 11,900 barriles de petróleo ocurrido en el mar de Ventanilla (Callao) el pasado 15 de enero, las labores de limpieza continúan en aguas y playas de la zona, mientras siguen apareciendo aves muertas o completamente embarradas de crudo en el litoral afectado, en lo que todos coinciden en señalar, es el peor desastre ecológico de este tipo en la historia del Perú.
El 15 de enero y debido a tuberías viejas y defectuosas, se produjo una fuga de crudo en las operaciones de descarga que realizaba el buque tanque de bandera italiana Doricum hacia la refinería La Pampilla, propiedad de la compañía española Repsol que inicialmente, intentó minimizar el derrame indicando que el mismo había sido de solo 16 barriles, actitud encubridora y poco transparente que la empresa ha mantenido desde entonces, y que le ha impedido actuar con la debida celeridad para contener el derrame. Una rapidez de acción que además, se encuentra establecida en los protocolos de emergencia en casos de derrame de crudo en el mar.
Lo cierto es que hasta el pasado 23 de enero los números de este desastre eran los siguientes: el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) calculó que el área afectada por el derrame era de 1,800,490 m2 de suelo y 7,139,571 m2 de mar; el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), informó que el desastre afectó la vida silvestre de la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, y la Zona Reservada Ancón; la Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (Digesa), dijo que eran 24 playas en total las que habían sido afectadas, desde Ventanilla a Chancay, el llamado norte chico; mientras que en el aspecto social, son más de 10 mil familias dedicadas a la pesca artesanal, su procesamiento y comercialización, las que se han quedado sin una fuente de ingresos.
El pasado 15 de marzo, la empresa Repsol aseguró que las labores de limpieza en el mar y el litoral afectados se encuentran a un 92%, y que existen 16 playas que ya podrían abrirse al público nuevamente, algo difícil de creer si se observa el estado del litoral, sobre todo en la ciudad de Ventanilla. Por otro lado, Repsol ha comenzado a pagar parte de las indemnizaciones a los pescadores artesanales (3,000 soles), lo cual no ha impedido que se inicien procesos administrativos contra la empresa, así como investigaciones técnicas y judiciales para determinar responsabilidades y el verdadero impacto del desastre a la biodiversidad marino-costera, así como a las actividades económicas y medios de vida de la población de la zona, que deberá dedicarse a otras actividades para ganar su sustento, porque el proceso de recuperación del mar será como mínimo, de una década según los especialistas.
Entre las medidas judiciales que se han tomado contra los responsables del desastre, figura el reciente impedimento de salida del país por 15 meses que el Poder Judicial dictó contra cuatro altos directivos de la empresa Repsol y La Pampilla, los cuales están siendo investigados por el presunto delito de contaminación del ambiente. Esta medida se suma a otra del mismo tipo, pero por un periodo de 18 meses, dictada el pasado mes de enero contra otros cuatro altos directivos de Repsol.
Sin embargo, estas medidas parecen no ser suficientes para la población, que al cumplirse dos meses del derrame, el pasado 15 de marzo, organizó una campaña a través de redes sociales para pedir que el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), abra un proceso sancionador contra Repsol por la cantidad de fauna marina que ha sido afectada y que ha muerto a causa del derrame.
La insatisfacción popular y la sensación de impunidad que flota en torno al tema, se debe a que al margen de todos los procesos e investigaciones iniciadas, lo cierto es que hasta la fecha todavía no se ha efectuado ninguna sanción concreta contra la empresa española.