LA PASION DE GAUDI: UN LEGADO VIVO QUE TRASCIENDE EL TIEMPO

POR: ISABEL HAMAMURA / Ed.229 JUL-AGO-SEP 2024


Gaudí fue un hombre de diálogo, apasionado en sus convicciones y en su arte. Creía firmemente que la inteligencia debía estar al servicio de la gente y que el arte debía ser accesible para todos. Su obra, precursora y vanguardista, continúa fascinando a quienes la descubren. Destacó por su habilidad para observar y reinterpretar la naturaleza, plasmando una visión orgánica en sus obras, caracterizada por estructuras onduladas, superficies texturizadas y un uso audaz del color y la luz.

Siete de sus obras —el Park Güell, el Palacio Güell, la Casa Milà (La Pedrera), la Casa Vicens, la fachada de la Natividad y cripta de la Sagrada Familia, la Casa Batlló y la cripta de la Colonia Güell— han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Nacido en la ciudad catalana de Reus en 1852, Gaudí fue uno de los artistas más prolíficos del movimiento arquitectónico modernista.


La primera de las nuevas catedrales

La Sagrada Familia, ícono indiscutible de Barcelona, fue una pasión que Gaudí cultivó durante más de cuarenta años. Hoy en día, cerca de cuatro millones de personas de todo el mundo visitan esta majestuosa obra cada año.

En 1883, cuando Gaudí asumió el proyecto, contaba con apenas 31 años. Aunque mantuvo la planta de la cripta diseñada por el arquitecto Villar, gradualmente transformó la visión original hasta completar la espléndida fachada de la Natividad. Este enfoque no solo evitaba recortes en la altura prevista, sino que también dejaba una marca indeleble de su estilo, destinada a guiar el proyecto en su ausencia.

Desde entonces, Gaudí dedicaría el resto de su vida a esta construcción monumental, considerada no sólo su magnum opus, sino también la síntesis de todos sus descubrimientos arquitectónicos. Se puede afirmar que esta obra, destinada a ser la primera de las nuevas catedrales, no sólo moldeó la ciudad de Barcelona, sino que también definió a Gaudí como persona, artista y creyente.

Partícipe de la creación

«La originalidad consiste en volver al origen; de modo que original es aquel que con sus medios vuelve a la simplicidad de las primeras soluciones». Con este convencimiento, Gaudí, descendiente de caldereros, se considera un humilde colaborador de la creación. Como observador de la naturaleza, descubre sus leyes y las aplica a la arquitectura, transformando y adaptando el proyecto a sus ideales naturalistas.

La Sagrada Familia cautiva con sus detalles. Sus 52 (como los domingos del año) columnas arborescentes se alzan hacia el cielo, creando un «bosque sagrado» que sugiere un viaje celestial. La explosión de luz y color evoca el nacimiento del mundo o el fin de los tiempos. Los retablos de piedra, llenos de simbolismo, contrastan la fe con el materialismo contemporáneo.

La dimensión espiritual de Gaudí se manifiesta en sus obras a través de alegorías ricas en simbolismo. Inscripciones, anagramas e imágenes se repiten en el interior y exterior del templo, así como en otros edificios. Cuando el nuncio apostólico, cardenal Ragonesi, visitó las obras, exclamó maravillado: «Usted es el Dante de la Arquitectura».

La fachada de la Pasión

La fachada de la Pasión de la Sagrada Familia es una expresión vívida del profundo significado religioso y espiritual que Gaudí quiso transmitir a través de su arquitectura. Esta fachada, orientada hacia el poniente donde el sol muere, contrasta notablemente con la fachada del Nacimiento en su enfoque y estilo. Con una estructura marcada por la sobriedad en la decoración y la dureza de sus formas, la fachada de la Pasión busca evocar el intenso sufrimiento de Cristo.

En el centro de esta fachada se encuentra Jesús crucificado, acompañado por María y Juan a sus pies. A su alrededor, se representan diversas escenas que narran los eventos relacionados con la pasión de Cristo, desde las santas mujeres y el centurión hasta aquellos que se burlaban de él. Sobre el crucifijo, la palabra «Veritas» resuena, destacando la importancia de la verdad en la enseñanza de Jesús.

En la parte superior de la fachada, se encuentran representadas escenas como el lavatorio de los pies, la Santa Cena con la institución de la Eucaristía y, en la cima, la Resurrección. Cada detalle y símbolo en esta fachada está cuidadosamente diseñado para transmitir un mensaje de humildad, amor y redención. Las escenas laterales, acompañadas por la palabra «Vía», añaden capas adicionales de significado espiritual y reflexión para quienes contemplan esta obra maestra de Gaudí.

A pesar de su trágica muerte el 10 de junio de 1926, tres días después de ser atropellado por un tranvía, y de la destrucción de maquetas, dibujos y planos de su estudio durante la guerra civil española, la pasión de Gaudí por construir la Sagrada Familia sigue viva. Este templo, que ‘debe despertar los corazones dormidos, fomentar la fe, hacer revivir el amor’, continúa siendo una fuente de inspiración.

A casi un siglo de su fallecimiento, Gaudí, un genio excepcional que desafió las convenciones arquitectónicas de su tiempo y creó un lenguaje visual y estructural único, sigue fascinando a quienes descubren su obra. A través de su arte y formas arquitectónicas, nos invita a contemplar la belleza de la creación, la innovación y la esperanza.

1/ Park Güell
El Parque Güell, una de las obras más lúdicas en la colina del Carmel, es un espacio donde la creatividad de Gaudí se fusiona con la naturaleza. Sus elementos monumentales y escultóricos, junto con los coloridos mosaicos y las formas curvas, crean un ambiente lúdico de fantasía e innovación. Desde la fuente de la salamandra hasta los bancos del mirador decorados con trencadís, el parque es un lugar fotogénico y emblemático de Barcelona.

Parque Güell

2/ Casa Vicens
Casa Vicens, diseñada por Gaudí, es una de las primeras obras maestras del modernismo catalán, destacando por su estilo orientalista único y vibrantes colores. Inspirada en el arte del Cercano y Lejano Oriente, así como en el arte islámico hispano, la casa presenta una rica decoración de azulejos cerámicos, arcos moriscos y columnas de ladrillo visto. Este trabajo muestra cómo Gaudí fusiona diversas influencias para crear una arquitectura distintiva y única, marcando un hito en su evolución artística temprana y destacando su audacia en una época conservadora en el campo arquitectónico.

Casa Vicens


3/ Casa Batlló
La Casa Batlló es una joya arquitectónica que cautiva con su creatividad y belleza únicas. Al verla por primera vez, su fachada ondulante impresiona con su techado de escamas de dragón, que parece cobrar vida y llena de maravilla a quienes la observan. Los pilares de piedra, que recuerdan a huesos, y la escalinata, semejante a una columna vertebral, generan una sensación de asombro y misterio. En su interior, la luz y el color se entrelazan de manera mágica, transportando a los visitantes a un mundo de fantasía. Cada rincón de la Casa Batlló revela la genialidad de Gaudí, demostrando su habilidad para crear espacios vibrantes y únicos. Más que un edificio, la Casa Batlló es una experiencia sensorial que despierta la imaginación y deja una huella imborrable en quienes tienen la fortuna de visitarla.

Casa Batlló
Casa Batlló
Casa Batlló

4/ Casa Milà (La Pedrera)
Conocida como La Pedrera (‘la cantera’ en castellano), esta obra de Antoni Gaudí es tanto famosa como polémica. Situada en el prestigioso cuadrado de oro del paseo de Gràcia, La Pedrera fue el último proyecto de obra civil del arquitecto. Su azotea, una de las características más destacadas, ofrece una vista impresionante con sus chimeneas escultóricas y su distintiva cubierta de arco parabólico. La Fundación La Pedrera organiza conciertos al aire libre en este singular espacio, proporcionando una experiencia cultural y arquitectónica inigualable.

La Pedrera

ANEXO:
Gaudí, un misterioso y fascinante nuevo mundo.
Para quienes quieren mayor información, los hitos de la construcción de la Basílica puede encontrarla en este link https://sagradafamilia.org/es/historia-del-templo

VERSION PDF pag.30-31
VERSION PDF pag.32