POR: EDUARDO AZATO / Ed.220 OCTUBRE-NOVIEMBRE 2022
A partir del 20 de noviembre próximo -un día después para Japón-, vuelve el espectáculo más esperado por los amantes del fútbol. El Campeonato Mundial de Catar será peculiar, y no solo por el lugar en el que tendrá lugar. Aquí les explicamos por qué.
¿DÓNDE, CUÁNDO, POR QUÉ…Y “CUÁNTO”?
Empecemos diciendo como primer dato inédito, que la Copa del Mundo número 22 se celebrará por primera vez en territorio árabe, en Medio Oriente. Tendrá lugar del 20 de noviembre (21, para Japón, por los horarios) al 18 de diciembre; es decir, por primera vez se realizará en una época en la que gran parte del mundo se prepara para ingresar al período invernal, y el campeón será coronado a una semana de la Navidad.
Es el país más pequeño que ha sido sede de un Mundial (no llega los 12 mil kilómetros cuadrados), pero cuyos habitantes son los más ricos. Los ingresos derivados del gas natural y el petróleo (tras Irán y Rusia, tiene las mayores reservas) hace de sus habitantes los de mayores ingresos económicos per cápita. De este modo, el lujo puede apreciarse en cada rincón del país…y habrá más demostraciones de ello durante el evento.
Una empresa que se encarga de vender paquetes exclusivos para adinerados, cree que lo mejor está por venir (hablando de dinero, claro). Luego de vender millones de habitaciones de hotel en 10 Copas del Mundo, Jaime Byrom, dijo que los aficionados adinerados acudirán en masa al pequeño estado del Golfo de todo el mundo en aviones y yates privados. Su empresa ha comprado 450 mil de los 3 millones de ingresos del torneo que comienza en noviembre. Los paquetes van desde 700 dólares por un boleto con una comida rápida, hasta billetes de más de un millón de dólares para grupos grandes que se hospedan en los mejores hoteles y ven varios partidos.
Byrom Match Hospitality (que es el nombre de la empresa) se negó a dar los precios más altos por estar en su Pearl Lounge, un salón VIP en el Lusail Stadium, donde se llevará a cabo la final del 18 de diciembre. En los 116 asientos del salón con vista privilegiada a la mitad del campo de juego, los invitados reciben obsequios especiales, la comida es preparada por un chef galardonado con estrella Michelin, y el champán es servido en cantidades navegables.
Solo para el partido que definirá al campeón los organizadores han recibido tres millones de solicitudes para boletos, pese a que el precio está un 46% más caro de lo que le costó a los aficionados del extranjero estar presentes en la final que ganó Francia en Moscú 2018. El boleto más caro para la final en Catar tiene el precio de 1600 dólares. Volviendo a los aficionados con la billetera más gorda, Match dijo que clientes de México, Estados Unidos, Gran Bretaña y Argentina han comprado la mayor cantidad de paquetes de hospitalidad. Pero que aficionados de Catar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos fueron los de ingresos más altos. India, Hong Kong y Bangladesh, que al igual que los Emiratos Árabes Unidos no tienen equipos en la Copa del Mundo, también se encontraban entre las 10 principales naciones compradoras, lo que destaca la expansión de la popularidad del fútbol.
HABLANDO DE DINERO…
La FIFA también aumentó el premio monetario a los 32 equipos que participen en el campeonato con un presupuesto que alcanza los 440 millones de dólares. El campeón recibirá, junto al trofeo FIFA, 42 millones de dólares, mientras que el subcampeón se embolsará 30 millones. El tercer puesto ganará 27 millones y el cuarto, 25. Del quinto al octavo lugar obtendrán 17 millones cada selección. Del noveno al décimosexto, 13 millones, y el resto de participantes, 9 millones de dólares. Fuera de ello, todos obtendrán millón y medio de dólares como ayuda de costo (preparativos, viajes, alojamiento, etc.) Se informó también que, de parte de Conmebol, si Argentina, Brasil, Ecuador o Uruguay se hiciese del título, obtendrá un bono adicional de 10 millones de dólares.
ESTADIOS “REFRESCANTES”
El torneo se realiza en una temporada diferente por la simple razón que es un lugar en el que hace mucho calor y resulta imposible hacerlo a medio año, como históricamente ha ocurrido, cuando Catar enfrenta temperaturas que llegan a los 50 grados centígrados. Aun así, se espera que los termómetros superen los 30 grados. Catar consiguió presentar a la FIFA los ocho estadios en los que tendrán lugar los 64 partidos, pese a que se temía que no puedan estar terminados en el plazo estipulado. Dos de ellos ya existentes y objeto de reformas, y otros seis creados con la última tecnología.
Todos los campos cuentan con un avanzado sistema de refrigeración en cada ambiente del recinto, inclusive el propio campo de juego, hacia donde están conectados conductos que llevan aire frío temperado a 26 grados hacia los jugadores. Cada estadio está conectado a centrales de energía ubicadas a algunos kilómetros de distancia. Desde allí se bombea agua helada que llega a las instalaciones y se transforma a través de tuberías ubicadas en las tribunas y el terreno de juego. El sistema, que emplea 40% de energía menos que los sistemas usualmente empleados para refrigerar grandes ambientes, fue puesto a prueba hace tres años, en el estadio Khalifa, durante el Mundial de Atletismo.
DERECHOS HUMANOS Y FÚTBOL
Desde que Catar ganó la sede para organizar la justa, hace doce años, no fueron pocas las voces de protesta que se elevaron desde diferentes sectores, criticando el que la FIFA le otorgara la organización a un país cuyas normas culturales atentan contra las libertades individuales en otras partes del orbe. De hecho, las dudas aún persisten y no han sido despejadas del todo, pese a que la organización ha revelado ser flexible en algunos aspectos.
Durante todos estos años ha causado preocupación la política de explotación que se sigue en ese país para los trabajadores extranjeros (que son los que han trabajado en las construcciones de los estadios, entre otras obras de infraestructura), así como la discriminación frente a las minorías sexuales, los daños ecológicos que puedan derivarse de las emisiones de carbono, etc..
De hecho, el típico aficionado al fútbol que viene del extranjero se podría ver afectado con algunas de las restricciones: prohibido el consumo de bebidas alcohólicas en espacios públicos (ni mostrarse bajo los “efectos” de ello), nada de expresiones cariñosas ni de intimidad entre personas que no estén casadas, prohibido mostrar hombros y rodillas públicamente, el gritar en la calle y hacer alboroto (atención “hooligans” y “barrabravas”) puede ser penalizado, así como el tomar fotos a ciudadanos cataríes sin su permiso.
COPA, POLÍTICA Y AUSENCIAS
Fútbol y política siempre han estado unidos y a lo largo de la historia hay muchos episodios que lo confirman. El actual conflicto bélico entre Ucrania y Rusia ha tenido repercusiones, directas e indirectas, que han determinado la ausencia de estas dos grandes selecciones en Catar. Rusia, que organizó el último Mundial en el 2018, quedó fuera de las competencias internacionales por decisión de la FIFA y la UEFA por la invasión a Ucrania. De este modo, no solo su equipo principal quedó fuera del Mundial, sino también su selección femenina de la Eurocopa celebrada en Inglaterra, y el club Spartak de Moscú no podrá jugar las eliminatorias por la Europa League. Ya en el terreno de juego, los ucranianos lo intentaron hasta el último, cayendo de la forma más dura en los repechajes europeos y con gol en propio arco, ante Gales, que clasificó.
Y si hablamos de ausencias, no podemos dejar de referirnos a la favorita Italia, eliminada en la repesca por Montenegro. En el plano personal, el goleador de moda, el noruego Erling Haaland tampoco estará en esta gala futbolística al no clasificar su selección. Y si hablamos de ausencias, hay que remarcar lo del entrenador franco-bosnio Vahid Halilhodzic que fue despedido en agosto de la dirección técnica de Marruecos, una de las selecciones ya clasificadas. Puede ser hasta comprensible que se opte por despedir a entrenadores que contribuyeron a ganar el cupo en el Mundial, sea cuales fueran las razones. Lo que no es normal y francamente es de Récord Guinness, es que ello le ocurra por tercera vez. Halilhodzic fue cesado de forma similar (conflictos y pérdida de la confianza con los jugadores y directivos) cuando dirigía a Japón, a dos meses de Rusia 2018; y también de Costa de Marfil, meses antes de jugar el Mundial de Sudáfrica 2010.
LAS ESTRELLAS DEL ESPECTÁCULO
Mucho para ver y muchos récords por batirse en esta edición, entrando ya al terreno meramente deportivo. Debe ser el último Mundial para dos grandes jugadores que protagonizaron una encarnizada lucha por ser el mejor durante década y media, consiguiendo todos los títulos pero no el mayor: una Copa del Mundo. ¿Será esta la última oportunidad para Cristiano Ronaldo y Lionel Messi?
Pero las cosas pintan más para coronar a nuevos “reyes” como Kylian Mbappé (el jugador más caro de todos los que participarán, avaluado en más de 160 millones de dólares), o acaso su compañero en la delantera de Francia, Karim Benzema. Sin olvidarnos de los creativos Luka Modric en la medular de Croacia o Kevin DeBruyne en la de Bélgica, o acaso la pirotecnia de Neymar y Vinicius Jr. en el ataque brasileño.
Sumémosle a la lista a otros cracks como los goleadores Robert Lewandowski, Harry Kane o Heung Min Son, las estrellas de Polonia, Inglaterra y Corea del Sur, respectivamente. O acaso la seguridad al momento de defender de jugadores como Sergio Ramos (España), Virgil van Dijk (Holanda) o Antonio Rüdiger (Alemania), o metros más adelante de los “todoterreno” Casemiro (Brasil), Rubén Neves (Portugal), Federico Valverde (Uruguay) o Joshua Kimmich (Alemania), o de los cancerberos encargados de no dejar pasar goles contrarios Thibaut Courtois (Bélgica), Alisson Becker (Brasil), el veterano Manuel Neuer (Alemania) o Wojciech Szczesny (Polonia).
Y como colofón, un grupo de jóvenes figuras que podrían consagrarse. Les dejo algunos nombres a tener en cuenta. Ojo con lo que puedan hacer jugadores como: Pedri y Gavi (España), Darwin Núñez (Urugay), Dusan Vlahovic (Serbia), Julián Alvarez (Argentina), Piero Hincapié (Ecuador), Jonathan David (Canadá), Jude Bellinhgam (Inglaterra), Jamal Musiala (Alemania).
JAPÓN EN “GRUPO DE LA MUERTE”
El seleccionado japonés lo hizo muy bien en Rusia 2018 y, tras un inicio que dejó algunas dudas en la última serie de clasificación asiática, consiguió llegar a Catar 2022 sin problemas. El equipo se ha renovado y sus jóvenes figuras juegan en ligas potentes de europa, conformando un equipo cohesionado. Si bien la esperanza de superar lo hecho en la última Copa está latente, lo cierto es que no hay que saber mucho de fútbol para comprender que con Alemania y España en el grupo (el otro es Costa Rica), soñar meterse en la siguiente ronda es muy difícil.
El “Grupo de la Muerte”, fue bautizado por la prensa y cualquier cosa podría pasar. Otra noticia importante para los japoneses en este mundial árabe es la presencia de una jueza curtida en los campos de la J-League y torneos asiáticos, como representante del arbitraje japonés en tan importante certamen. Se trata de Yoshimi Yamashita, que hará historia como una de las primeras árbitras en una Copa del Mundo masculina. Ella es una de las tres jueces (habrá también tres asistentes) que han sido escogidas para dirigir partidos en este Mundial.