POR: EDUARDO AZATO S. / Ed.223 MAYO-JUNIO 2023
Culmina la primavera y la temperatura sube junto al ánimo festivo de los japoneses. Época de “matsuri”, “hanabi” y también conciertos musicales que reúnen a decenas de miles de personas.
Los masivos festivales musicales en varios lugares del Japón se han convertido en eventos imperdibles cuando el frío abandona el Japón para dar paso a la primavera y el verano. Son gigantescos conciertos al aire libre en el que toman parte decenas de estrellas nacionales e internacionales de la música popular en varios escenarios al mismo tiempo.
Inspirado en el histórico festival de rock “Woodstock” -que tuvo lugar durante tres días de agosto de 1969 reuniendo más de 400 mil personas en una granja de 240 hectáreas en Sullivan, Nueva York- por esa época hubo en Japón un festival musical -”Zen Nihon Folk Jamboree”, se llamó y actuaron artistas de ese género musical- que se llevó a cabo durante dos días seguidos en un campo desierto en la prefectura de Gifu que consiguió reunir a unas 25 mil personas en su tercera edición. Podría considerarse el primer festival musical al aire libre que reunió a gran cantidad de asistentes.
Posteriormente hubo otros eventos, en los 70 y durante los 80 que llegaron a reunir una nutrida concurrencia pero que no tuvieron una segunda edición, pese a que actuaron bandas extranjeras de prestigio como los Beach Boys o Heart, o las locales y populares Southern All Stars y RC Succession.
ROCK AL PIE DEL “FUJISAN”
No fue hasta bien entrados los 90, cuando a través del Fuji Rock Festival se sentaron las bases de lo que sería toda una revolución en lo referente a eventos musicales de gran porte. Pero eso vendría mucho tiempo después. La primera edición del evento fue un completo desastre.
El festival se realizó en un incómodo campo de esquí cerca del emblemático Monte Fuji y estaba previsto para llevarse a cabo en dos días. Ya desde la jornada inicial las cosas no marcharon nada bien por la presencia de un tifón en la región. Pese a los esfuerzos de los legendarios Red Hot Chili Peppers tocando en medio de la tormenta, la mayoría de los asistentes no estuvo preparado para enfrentar fuertes vientos y una lluvia incesante. Muchos necesitaron asistencia médica por casos de hipotermia. En medio de toda esta inesperada situación, los organizadores decidieron suspender la segunda jornada y fueron muy criticados por la falta de previsión para situaciones de mal tiempo y por la insuficiente cantidad de buses que llevaron a los asistentes desde la estación de trenes más cercana, dado lo inaccesible del lugar para parqueo de autos.
El Fuji Rock continuó al año siguiente en un terreno de Toyosu, en la bahía tokiota, y aunque fue todo un éxito, se criticó el que se llevara a cabo en medio del verano cuando la región llega al pico de calor.
Desde 1999 el evento se mudó al campo de esquí de Naeba, donde tiene lugar hasta la actualidad. Pese a que Naeba se ubica en la prefectura de Niigata, muy lejos del Monte Fuji, el festival aún conserva su denominación original.
DIVERSIÓN PARA TODA LA FAMILIA
El inicio del nuevo siglo trajo consigo también todo un “boom” de festivales masivos de música, que ya incluían otros géneros de música además del rock y el pop. Cada vez mejor producidos en instalaciones amplias y cómodas, también multiplicaron la cantidad de artistas y aumentaron las jornadas de concierto, incluyendo a estrellas de hip hop y música electrónica, grupos aidoru y cantantes de anison (canciones de programas de dibujos animados). De otro lado, los organizadores están preparados también para garantizar la seguridad de los asistentes ante cualquier imprevisto.
Algunos de estos festivales permiten no solo disfrutar de las actuaciones de los cantantes y bandas programados, sino que también, simultáneamente, ofrecen exposiciones y talleres de diferentes expresiones artísticas, teniendo como marco un escenario natural en donde se permite, depende del caso, hasta la instalación de carpas plegables, como si fuera un campamento.
Otro de los atractivos es la oferta alimentaria (“fes-meshi”, algo así como “comida de festival”) que está a cargo de negocios de la zona ofreciendo delicias de la región para disfrutar entre cada actuación.
De modo que es un evento para toda la familia. Quien piense que un “rokku-fest” (festival de rock) está dirigido exclusivamente al público joven, puedo asegurarle que se equivoca. Ya vi gente septuagenaria montando sus carpas muy temprano para disfrutar de la jornada musical, madres dando biberón a sus bebés, o grupos de niños jugando con sus padres en el espacio reservado para ellos dentro del festival.
LOS TRES MAYORES FESTIVALES
Comprar ingresos para uno de estos súper conciertos puede ser también un buen pretexto para conocer una región en plan de paseo, sea conduciendo su auto, en tren o en avión.
Y es que hay grandes festivales de música con populares artistas por todo el Japón. Luego de tres años de pandemia (algunos pudieron realizarse desde el año pasado) es de esperarse asistencia récord en todos los eventos.
Consignaremos algunos detalles para los cuatro más grandes que se realizan durante el verano:
ROCK IN JAPAN. Por segunda vez se realizará en Soga Sports Koen en la ciudad de Chiba. Este festival, que en el pasado ya reunió en pasadas ediciones hasta 274 mil personas, tendrá lugar este año en cinco fechas: 5,6,11, 12 y 13 de agosto. Hasta el momento en que escribimos este reporte, no habían anunciado a los artistas que aparecerán.
SUMMER SONIC. Es un festival que ya congregó hasta a 150 mil personas y de los que invita a artistas extranjeros. Se realiza simultáneamente en Tokio (ZOZO Marine Stadium & Makuhari Messe) y Osaka (Maishima Sonic Park) y este año se celebrará los días 19 y 20 de agosto. Anuncian un “line up” estelar: Kendrick Lamar, Blur, Liam Gallagher y Evanescence, entre los extranjeros. De las estrellas locales: YOASOBI, Macaroni Empitsu, AI y Awich, entre otros.
FUJI ROCK FESTIVAL. El festival más antiguo ya reunió a 125 mil personas en sus dos días de realización. Usando otra vez el campo de esquí de Naeba en Niigata, se realizará los días 28, 29 y 30 de julio. Para este año traerán del extranjero a los Foo Fighters, Alanis Morissette, The Strokes, Weezer, etc. De la escena local, actuarán , entre otros: UA, Stardust Revue, Vaundy, Super Beaver, Yuki y The Birthdays.
También merecen mencionarse el MetRock (Osaka, Umitono Fureai Hiroba / 13 y 14 mayo), (Tokio, Shinkiba, Wakasu Koen / 20 y 21 de mayo), Rising Sun Rock Festival (Hokkaido, Puerto de Ishikari, Ezo / 11 y 12 de agosto), Sweet Love Shower (Yamanashi, Lago Yamanaka / 25, 26 y 27 de agosto), Kyoto Daisakusen (Kyoto, Yamashiro Sogo Undokoen / 1 y 2 de julio), Join Alive (Hokkaido, Iwamizawa Koen / 15 y 16 de julio), Lucky Fest (Ibaraki, Hitachinaka shi, Hitachi Kaihin Koen / 15, 16 y 17 julio).
Algunas recomendaciones para disfrutar mejor de los festivales musicales:
*Luego de elegir el festival al que desea concurrir, tenga presente que el proceso para adquirir boletos y hasta reservar un lugar en el estacionamiento, se hará vía internet (computador o teléfono inteligente). Es muy probable que su “boleto” se lo envíen a su teléfono y deba mostrarlo en pantalla al momento de ingresar, por lo que es menester -si lo hubiera- bajar la aplicación del festival o seguir cada información a través de sus redes sociales. Cerciórese que su teléfono está cargado o lleve una batería para hacerlo. Será su única herramienta para emergencias y debe estar funcionando, no lo olvide.
*Puede ser bastante difícil llegar a reservar un lugar en el estacionamiento. Recuerde que son miles de personas las que irán al mismo lugar. Los organizadores ponen autobuses a disposición desde la estación de tren más cercana. Tal vez pueda ser buena idea dejar el auto cerca a una de estas estaciones.
*Se recomienda no solo llevar efectivo en la billetera, sino también alguna tarjeta o aplicación de pago electrónico. En muchos festivales deberá pagar su almuerzo o bebidas posando el teléfono en las terminales que existen en cada puesto de venta. Atención con este detalle porque muchos no reciben dinero en efectivo y pueden quedarse todo un día sin probar alimento. La música llenará el alma pero no el estómago.
*Cada festival tiene sus propias reglas y recomendaciones, y éstas son publicadas en su página web o redes sociales. En todas le aconsejarán llevar ropa muy ligera y zapatos cómodos, una gorra para el sol y una toalla. También protector solar y bronceador, pañuelitos mojados de papel y alguna máscara adicional. Imagínese que se va de campamento por un día. Todo dentro de una bolsa, lo más pequeña posible. (Ud. no va a querer tener las manos ocupadas cuando tenga que aplaudir a ese ídolo que le quita el sueño).
*Si las instrucciones dicen que también lleve alguna prenda impermeable (muchos prohíben portar paraguas en caso de lluvia), hágalo. Es muy probable que termine cantando y bailando bajo una lluvia torrencial porque el show debe seguir. Es mejor llevar toda una muda de ropa (y un par de camisetas adicionales) y dejarla en el auto para cambiarse, por si sale del recinto empapado pero contento. Se lo digo desde la experiencia.
*Está prohibido llevar trípodes y esas varas para sacarse una “selfie” para el Instagram. Pueden causar algún accidente. Muchos festivales permiten las cámaras fotográficas, pero no los lentes tipo zoom o tele (200 mm.). Y está terminantemente prohibido grabar o fotografiar a los artistas mientras actúan.
