Por: CHIEKO / Ed.218 MAYO-MAYO 2022
En casa crecimos festejando el 5 de mayo, Día del Niño, el tradicional tango no sekku, fiesta y feriado nacional para celebrar la vida y el crecimiento de los niños y las niñas. Mis padres izaban peces carpas (koinobori) para pedir que crezcamos sanos y felices, deseos muy significativos en este periodo de distanciamiento social por la crisis sanitaria del COVID-19.
Gosekku
Mi obaachan (abuelita) nos contaba con mucha emoción que esta costumbre se remontaba a muchas generaciones pasadas de la familia y que estaba cargada de historia. Para captar nuestra atención, iniciaba su relato con las palabras mágicas “mukashi, mukashi, aru tokoro ni (había una vez) …”, y todos mis primos y hermanas nos sentábamos entusiasmados alrededor de ella, para ingresar a un mundo donde nuestra fantasía no tenía límites.
Nos decía “ Antes del Día del Niño, existía hace mucho, mucho tiempo atrás el Tango no Sekku, ‘doble quinto’, ‘5 del 5’, ‘5 repetidos’, ‘5.5’ porque se celebra el 5 de mayo. ‘Go’ significa ‘caballo’, el caballo es el nombre del quinto mes en el calendario chino, y también ‘Go’ es el número ‘cinco’ en japonés. Sekku significa `festival de la estación’ ”. Así como jugando, nos iba enseñando y transmitiendo la cultura milenaria de su tierra natal.
“Estos festivales, gosekku, son fechas memorables que no podemos olvidarnos de celebrar, porque son favorables, de buena fortuna y auspiciadoras de éxito. Debido a la duplicación de los números impares para el mes y la fecha, hacen referencia a las cinco celebraciones que vienen con el cambio de las estaciones, para pedir y orar por nuestra salud, nuestros estudios, nuestra comida, nuestra casa, el trabajo, larga vida para obaachan, papá, mamá y toda la familia, etc.; la cosecha, la fertilidad, la paz, la amistad, entre otros deseos, incluso los juguetes”, nos decía sonriente.
“El gosekku (5 Festivales de estación) en el calendario occidental, se celebra:
- 1ro de enero Osh?gatsu (año nuevo), a inicios del invierno.
- 3 de marzo Momo no Sekku (hinamatsuri, día de las niñas), a fines del invierno, inicios de la primavera.
- 5 de mayo Sh?bu o Tango no Sekku (koinobori, día de los niños), en primavera. Forma parte de la semana de oro o golden week japonesa.
- 7 de julio Tanabata Matsuri (hoshi matsuri, festival de las estrellas), a inicios de verano.
- 9 de septiembre el Ch?yo o Chokyu no sekku, o Kiku no sekku. (día del Crisantemo, festival de la permanencia), fines de verano e inicios de otoño”,
precisaba mi obaachan, con mucha paciencia, para que a nuestra temprana edad, interiorizáramos estas fechas en nuestra memoria, corazón e identidad.
Koinobori, símbolo de vida
En casa, mi papá era muy entusiasta, desde abril armaba las coloridas carpas en el patio de la casa. Mi obaachan a su lado nos explicaba “Koinobori, viene del japonés koi, ‘carpa’, que también significa ‘amor’ o ‘afecto’. La carpa no solo es un símbolo de fiesta, también es símbolo de vida, la carpa es un pez que puede vivir en aguas turbias y estancadas, va contra corriente, vence obstáculos y amenazas, supera limitaciones y problemas. Es símbolo de fuerza, lucha y resiliencia. Son portadoras del éxito en la vida y, por lo tanto, se izan a un mástil para serpentear con el viento, para desear a los niños un crecimiento saludable y próspero” nos emocionaba con sus frases inspiradoras que calan hasta hoy en mi corazón.
Mi padre complementaba, el relato de mi obaachan, “los koinobori, son banderas con forma de carpas que serpentean libremente en el viento. Esta tradición, viene de un proverbio chino que dice ‘las carpas que nadan contra la corriente, logran cruzar la puerta del dragón, para elevarse hasta el cielo y convertirse ellas mismas en dragones’, este dicho simboliza el anhelo de los padres de que los niños, sus hijos, las nuevas generaciones, encuentren el ‘éxito en la vida’ y realicen ‘el sueño de sus vidas’, ‘no pongan límites a sus sueños’ siempre se debe soñar lo más alto, como las carpas convertidas en dragones” nos motivaba.
La carpa negra (magoi), que es la más grande, representa al padre, la madre está representada por la carpa roja (higoi).
Mi madre era una mujer de pocas palabras. Era más bien una mujer de acción, de obras concretas, con una capacidad de servicio sin igual y muy laboriosa.
Me acuerdo, que con las telas que mi tía enviaba de Japón, llegó a confeccionar las 5 carpas de mi familia nuclear.
Aprendí, -con mi mamá, junto a su máquina de coser, sin palabras de por medio, sólo viendo sus gestos y expresiones, y admirando su trabajo-, que la carpa negra (magoi), que es la más grande, representa al padre, mientras que la madre está representada por la carpa roja (higoi).
Mi abuela me decía que “antes de que ‘Tango no Sekku’ se llamase ‘Kodomo no Hi’, la carpa roja representaba al hijo mayor, seguida del azul, el verde y otros colores para los hijos posteriores”. Hoy en día, el hijo mayor, ya sea niño o niña, generalmente se representa con la carpa azul, y se agrega una carpa adicional para cada hermano o hermana menor.
Una tradición japonesa cargada de historia
Cuando crecí, mi padre me enseñó que estas 5 festividades tuvieron marcada influencia de la filosofía china sobre todo en el período Heian (794-1185).
También, como gran amante de la cultura e historia japonesa, me reafirmó que el “Tango no Sekku» es uno de los cinco antiguos festivales estacionales influenciados por las costumbres chinas, y que los japoneses comenzaron a practicarla alrededor del período Nara (710–794). El día 5.5 está dedicado a los niños de la misma manera que el día 3.3 está dedicado a celebrar a las niñas.
Me precisó, como gran admirador de Ieyasu Tokugawa, que “a partir de la era Tokugawa, período Edo (1603-1868), se comenzó a celebrar la vida y el futuro de los niños izando el koinobori, carpas al viento en la entrada de las casas y decorando la casa con la armadura de un samurái”. “En la era showa (1926-1989), posguerra, 1948, el gobierno japonés cambió el nombre de ‘Tango no Sekku’ a ‘Día del Niño’, o Kodomo no Hi, y lo convirtió en un día festivo nacional para celebrar tanto a niños como a niñas”. “El Día del Niño cae el último día de la Golden Week (Semana Dorada) en Japón. Actualmente, el koinobori se coloca en la entrada de las casas o en el jardín. La armadura de un samurai, los cascos (muñecos de mayo) se exponen en las salas de los hogares, para rezar y pedir por la salud y el éxito de nuestros hijos”, me explicaba emocionado.
Muñecos de mayo: Armadura samurái en miniatura (yoroi) y un casco (kabuto)
Desde el período Edo, las familias con niños también decoran sus hogares con una armadura samurái en miniatura (yoroi) y un casco (kabuto) o un muñeco guerrero samurái llamado ‘musha ningyo’ como tradición. Estas exhibiciones normalmente siguen el modelo de valientes guerreros de cuentos y canciones populares como ‘Momotaro’ y ‘Benkei’ que mi mamá me cantaba desde pequeña, que nos inspiran desde niños a ser fuertes y poderosos.
“Mayo, mes en el que comienza el período de siembra del arroz en Japón, se convirtió en la época propicia para la celebración del ‘tango no sekku’ como festividad en la que se reza por una buena cosecha” repetía mi padre.
“El cálamo se pronuncia en japonés sh?bu (??), una palabra que tiene el mismo sonido que la expresión “lucha” (??) y con otra palabra que transmite el respeto por las artes marciales (??), por lo que a partir del período Kamakura (1185-1333) se convirtió en una celebración en la que se pedía por el crecimiento de los niños varones en las casas de los samuráis, siendo posteriormente establecido como una festividad nacional”, mis padres, ni mi abuela nunca nos limitaron jugar con cascos kabutos, armaduras de samurai, y katanas.
Cuánto agradezco esta amplitud de criterio en nuestra formación, a pesar de que mi abuela nació en la era Meiji, mi padre en la era taisho, mi madre y yo en la Showa.
Hatsu sekku (primer sekku)
Un lindo momento, fue el nacimiento de mi primer sobrino, el primer nieto de la familia. “La primera vez que tiene lugar esta festividad después del nacimiento de un hijo en un hogar se conoce como hatsu sekku (primer sekku)” celebró mi padre, y recuerdo con alegría que mi familia lo celebró con solemnidad.
Mi madre preparó los platos típicos el chimaki (mochi envuelto en una hoja de bambú y atado con un hilo) que se cree que aleja los desastres y el kashiwa mochi (un dulce con pasta de ‘anko’, judía roja envuelto en una hoja de ciprés), un símbolo de la fertilidad. Además, echaron cálamo en el baño para rezar por la salud del primogénito.
Siglo XXI
Actualmente, se consiguen koinoboris al alcance de todo presupuesto, así como cascos y armaduras de samurai para los varoncitos. Las ceremonias son más simples y prácticas por la agitación de la vida. En el siglo XX, se preparaban platos especiales para consumirlos y asegurar salud, éxito y buena fortuna, ahora los conseguimos en los convinis.
En los últimos años se ha puesto de moda un tipo de kabuto más grande que pueden vestir los niños en este día, y muchas familias se toman fotos de recuerdo con sus hijos vistiendo estos cascos. Hoy en día, cada vez más familias no pueden exponer los muñecos de mayo ni colgar los koinobori por las viviendas estrechas.
No obstante existen también conjuntos de muñecos de mayo más compactos, ya montados en vitrinas, o en cajas ya preparadas para la decoración. Además, también se venden koinobori más pequeños que pueden colocarse en la terraza, o bien dentro del hogar colgados del techo o en la pared.
El 5 de mayo coincide con la semana dorada (Golden Week), uno de los mayores períodos vacacionales en Japón. Por ser feriado nacional, en muchos lugares se pueden observar distintos eventos por el tango no sekku, en los que a veces pueden participar también los visitantes. En los ríos y en los parques de cada región especialmente pueden verse colgados conjuntos de más de cien koinobori, así como koinobori enormes, de varias decenas de metros. Durante esta época también hay regiones en las que se exhiben en la calle entre centenares y miles de koinobori. Viajando un poco durante esta época uno puede quedar envuelto por el poder de estas carpas nadadoras.