RECORDANDO LOS PRIMEROS AÑOS DE BOLETÍN KYODAI, QUERIDO CONVENIO

POR: ARMANDO OUCHIDA
FOTOS: ARCHIVO PERSONAL
Ed.219 JUL.-AGO.-SEP. 2022

OFICINA EN JAPON 31.07.1991

RECORDANDO LOS PRIMEROS AÑOS DE BOLETÍN KYODAI
QUERIDO CONVENIO


Si estás leyendo esta nota, es muy probable que vivas en Japón hace mucho. Ya te adaptaste a la vida en este grandioso país que tantas satisfacciones te ha dado y donde tantos éxitos has alcanzado. Japón es ahora tu hogar, pero tu corazón se mantiene tan peruano como el día que partiste.

Ser migrante es muy satisfactorio. Se podría considerar un logro de vida que muy pocos se proponen alcanzar. En el camino, de seguro encontraste personas e instituciones que se convirtieron en tus aliados y que te ayudaron a aligerar tu recorrido en esta gran aventura.

Quisiera, en estas cortas líneas, poder llevarte a los inicios y recorrer juntos los primeros pasos de Kyodai en su propósito de ayudar a la comunidad peruana de dekasegui en su proceso de adaptación y mantener unidas a las familias, sin importar cuán grande sea la distancia física que los separa.

Oficina Kyodai Japón
PRIMER EQUIPO DE TRABAJO DE KYODAI JAPON

Allá en el año 1989, se fundó el “Convenio Cooperación”, más conocido en ese momento como “Convenio”; lo que tiempo después se convertiría en “Kyodai”. Su objetivo principal fue apoyar integralmente a los migrantes peruanos en Japón, esto estaba tan interiorizado que recuerdo que la primera cuenta bancaria que abrimos en Japón la nombramos “Peru nikkeijin renraku jimushou”, que en español significa “Centro de consulta para nikkei peruanos”.

Kyodai ha cumplido y sigue cumpliendo funciones indispensables de ayuda a peruanos en Japón durante su proceso de adaptación a una nueva cultura con sus permanentes esfuerzos por mantener el nexo comunicacional con nuestra patria y, sobre todo, la de gestionar las remesas de dinero de Japón a Perú (cuya competencia cobraba en aquella época, comisiones exorbitantes de entre 10% y 12% del monto enviado). Estas acciones ayudaron a establecer vínculos de confianza y solidez entre la comunidad de dekasegui, características que hasta el día de hoy se mantienen intactas.

Guardo conmigo anecdóticos recuerdos como el origen del primer socio de Kyodai. Aún no inaugurábamos la oficina en Japón, estábamos caminando por la calle y, de repente, el Sr. César Oshiro, quien había escuchado una presentación sobre el proyecto de remesas que hicimos en la iglesia de Kawasaki, nos aborda y nos comenta que se encontraba buscando la forma de enviar unos ¥ 100,000 a su esposa Flor de María en Perú. Le comentamos que lo podía hacer a través del Convenio; pero no teníamos algún recibo que darle pues estábamos caminando en la calle. El Sr. Oshiro sacó una servilleta de papel de un restaurante, escribió sus datos y los de su esposa en él y nos entregó el dinero. Nos quedamos sorprendidos, pero a la vez muy contentos porque entendimos a través de ese gesto, la solidez y confianza que transmitía este proyecto.

En las épocas en donde no había internet, smartphones ni redes sociales, era muy difícil acceder a información actualizada, nos valíamos de lo que teníamos para generar valor a la comunidad de inmigrantes peruanos, y suplir la necesidad de mantenerlos informados y conectados. Tales eran los obstáculos para la comunicación que, durante las épocas de terrorismo, las cartas entre Japón y Perú difícilmente llegaban a su destino, incluso muchas de ellas con dinero que nunca era entregado; por ello se estableció como un servicio necesario e imprescindible los envíos de remesas y cartas por fax.

En aquellos años, también lanzamos el servicio de suscripciones a la edición dominical de El Comercio, la cual llegaban a Japón una semana más tarde; sin embargo este semanal era muy valorado ya que difícilmente se podía acceder a otro medio que informe sobre noticias peruanas. Recuerdo con mucho cariño cómo también editábamos nuestros propios boletines para informar a la comunidad sobre temas importantes de la coyuntura peruana, inicialmente producidos en mimeógrafo[1] y, posteriormente, impresos en Perú y enviados a Japón; aún así, el costo era menor que imprimirlo en Japón. Finalmente, conseguimos una imprenta que nos permitió imprimirlos en Japón a un buen costo. También recuerdo los clásicos “Mensualitos”, en donde ofrecíamos en venta productos peruanos y cuya extensión variaba según el peso de papel que teníamos disponible, el objetivo era no sobrepasar el peso máximo del costo de envío por correo.

Boletin informativo Kyodai 1992

Al tener acceso a información de primera mano y una buena llegada en la colectividad peruana, Kyodai incluso actuaba como una entidad de apoyo para el Consulado peruano en Japón. Ambas instituciones sin fines de lucro contaban con el propósito en común de apoyar a la comunidad peruana en Japón. Es así como se logró una beneficiosa relación de sinergia entre ambas instituciones para trabajar por un fin común.
Llevamos a cabo acciones de interés público como el desarrollo de las elecciones generales de Perú para los peruanos radicados en Japón y trámites como cambio de pasaporte y cambio de Libreta Electoral a DNI; para estas dos últimas, se organizaron giras por las principales ciudades de Japón para evitarle el gasto de transporte y pérdida de días de trabajo a los peruanos.

Además de las comunicaciones, lo que buscaba Kyodai era mantener viva la comunidad peruana y estrechar la distancia con las raíces nacionales. Por ello, y a través de diversas asociaciones, organizábamos todo tipo de actividades deportivas, culturales y sociales: campeonatos de fulbito y voley, ferias por Fiestas Patrias, charlas de inversiones, reuniones informativas con bingos y actividades, conciertos con asistencias masivas para gozar de artistas peruanos que marcaban tendencia en la época, incluso, procesiones del Señor de los Milagros con un anda enviada desde Perú, evento el cual posteriormente se tuvo que organizar al interior de un estadio ya que a menudo era confundido por los japoneses como huelga de trabajadores.

BENEFICIARIOS EN 1ER EVENTO UN DIA PARA COMPARTIR 1991
EVENTO JUNTOS POR PRIMERA VEZ PARA SOCIOS DE KYODAI EN JAPON 1992
EVENTO JUNTOS POR PRIMERA VEZ 1992- LA ORQUESTA DE LA LUZ
EVENTO JUNTOS POR PRIMERA VEZ 1992- GONZALO IWASAKI Y BETO SHIROMA


Así es como Kyodai fue creciendo, manteniendo el envío de remesas como principal ayuda social y sumando muchas otras actividades de apoyo como parte de su labor de acompañar tanto a los compatriotas en Japón durante su proceso de adaptación y a sus respectivas familias en Perú.

En aquella época, me era inimaginable pensar que este sería el inicio de la expansión de Kyodai hacia otras naciones. Adquirir la experiencia y ‘know how’ como institución, y ayudar a crear puentes entre migrantes y el Perú fue determinante para entender las necesidades de los migrantes en general. Es así como ahora replicamos y adaptamos nuestros servicios a migrantes de Vietnam, Filipinas, Nepal, Indonesia, Bangladesh, Pakistan, entre otros.

Hasta el día de hoy, una era en donde el internet acorta distancias, los smartphones brindan portabilidad e inmediatez y las redes sociales fortalecen lazos, Kyodai sigue tan vigente como en sus inicios, respondiendo y anticipándose a las necesidades de quienes han hecho de Japón su segundo hogar.

Pasé muchos años en Japón y debo decir que mi experiencia en Kyodai ha sido de las más gratas y las que recuerdo con mayor cariño. Es imposible recordar esas épocas y no pensar en Alberto Morioka (que en paz descanse) como primer gerente de Kyodai Japón y su gran equipo inicial: Doris Tsukazan y Delia Gibu. Mantengo gratas memorias y me llevo de este equipo el ejemplo y gran labor que realizaron, valorando siempre el servicio y priorizando la humildad. Espero que su legado perdure y auguro muchos años más de innovación, servicio y prosperidad a la institución que con tanto kimochi vimos nacer y dar sus frutos.


[1] Mimeógrafo es un instrumento para realizar impresiones en serie, algo así como una especie de fotocopiadora manual.

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