REMEMBRANZAS

Ed.231 DIC. 2024-ENE.,FEB.2025

Una muestra que le da visibilidad a la colectividad peruana en Japón

Luego de dos años de investigación y recopilación de fotografías y documentos a nivel de todo Japón, y dentro del ámbito de la colectividad peruana asentada en estas islas, el Consulado General del Perú en Tokio presentó la muestra “Remembranzas, 35 años de la migración peruana al Japón”, la cual tiene como escenario las instalaciones del Museo de la Migración Japonesa al Exterior, donde se exhibe hasta fines del mes de noviembre.

“Este es un trabajo que se inició en el 2022, cuando se nos ocurrió comenzar a recopilar material fotográfico, documental y de diverso tipo, sobre la presencia de la colectividad peruana en Japón”, explica Anne Maeda Ikehata, Cónsul General del Perú en Tokio, responsable del proyecto el cual organizaron junto a JICA Yokohama.

La muestra recoge diversas fotografías a través de las cuales ser cuentan varios de los momentos importantes vividos por la colectividad, desde celebraciones de fiestas patrias y consulados itinerantes, hasta fiestas religiosas como la procesión del Señor de los Milagros

“La razón para realizar este esfuerzo es porque el tiempo pasa muy rápido y todo este proceso de la migración se va comenzando a olvidar, así que, con el fin de salvaguardar esa historia tan valiosa para nosotros, nos pusimos manos a la obra. Inicialmente, con el material que íbamos consiguiendo comenzamos a organizar pequeñas exhibiciones en las oficinas del consulado, las cuales se realizan hasta la actualidad, pero luego pensamos en la posibilidad de contar con el apoyo de instituciones como JICA, para que esta historia sea conocida no solo por los peruanos, sino por el público japonés”, acota Maeda.

Los sellos postales conmemorativos por los 35 años de la presencia peruana en Japón, el billete de 200 soles donde aparece el rostro de la artista plástica nikei Tilsa Tsuchiya entre otros elementos que resaltan el vínculo histórico entre Perú y Japón.

Si bien alojar una exhibición sobre el proceso migratorio peruano a Japón, en un museo dedicado a la migración parece lógico y sencillo, no lo es, ya que el museo manejado por JICA y ubicado en la ciudad de Yokohama, se encarga de contar la historia de los japoneses que viajaron al exterior, no la del regreso de sus descendientes al archipiélago un siglo después.

El Colegio Mundo Alegría de Hamamatsu, que opera hasta la fecha, ha sido prácticamente la única institución educativa que brinda clases en castellano a los hijos de los inmigrantes de habla hispana.

“Afortunadamente, iniciamos las conversaciones con JICA y poco a poco, la idea de que dentro de la exhibición permanente del museo de la inmigración japonesa al exterior, se tenga un espacio dedicado a la inmigración peruana por los 35 años, se hizo realidad”, acota Maeda, que conoce bastante bien el proceso migratorio peruano a este archipiélago, porque antes de ser designada como Cónsul General en Tokio, trabajó en esta oficina cuando el consulado de Nagoya no existía, y durante uno de los procesos más complicados que ha vivido la colectividad peruana en este país en temas documentarios: el cambio de pasaportes y la digitalización de los documentos de identidad.

El antiguo pasaporte verde y el actual, de color guinda. El cambio de este documento representó una de las etapas más álgidas y problemáticas no solo para la colectividad, sino para el consulado en Tokio por la carga laboral que debió soportar durante más de un año.
Un seminario de negocios para peruanos en Japón, organizado con la finalidad de ampliar los horizontes laborales de la colectividad, uno de varios esfuerzos en este sentido que sin embargo, no ha logrado crear una colectividad empresarial peruana en estas islas.

El proceso migratorio a Japón no solo de la colectividad peruana sino de los latinoamericanos en general, ha sido bastante estudiado a nivel del mundo académico japonés, pero es poco o nada lo que las autoridades japonesas y las instituciones de la sociedad local han hecho, para darle visibilidad a estas mismas colectividades o para ayudarlas a desarrollarse y progresar. Exhibiciones como la montada por el consulado contribuyen a que la presencia de los peruanos en Japón no solo sea notada, sino también entendida.

Consulado itinerante organizado en 1998, cuando los peruanos solo contaban con las oficinas consulares en Tokio. Una forma efectiva de salvar distancias y acercar los trámites básicos a los peruanos desperdigados en todo el archipiélago.

“Esta exhibición es temporal. Es un primer buen paso y estoy alegre de poder hacer este reconocimiento a los peruanos en Japón”, finaliza la diplomática, cuyo objetivo principal es lograr que este espacio, se convierta en parte de la exhibición permanente, “pero no es un proceso sencillo porque además del poco espacio disponible en el museo, se debe realizar una curaduría que no depende de nosotros (el consulado), y la curaduría es sumamente importante porque entre otras cosas, certifica que la información que se proporciona y todo lo que se expone sea históricamente correcto”.

Por su parte, Hiroe Ohno, directora de JICA Yokohama y del Museo de la Migración Japonesa al Exterior, saludó a la colectividad peruana a la cual ella cataloga como el “puente que junta a Japón con el Perú”. La funcionaria también destacó el tesón de los peruanos a la hora de afrontar todo tipo de dificultades en este país.

La selección peruana de fútbol ha participado varias veces como invitado en la Copa Kirin, la primera de ellas en 1999. La blanquirroja jugo en Kyoto.
Diversas publicaciones sobre los peruanos en Japón escritas por miembros de la colectividad, así como por académicos y periodistas japoneses. Un importante registro de nuestra historia en este país.

“Este año se cumple el 35 aniversario de la llegada de la comunidad peruana a Japón a través de la migración. Durante los últimos 35 años, ellos han tenido desafíos incluido la quiebra de Lehman Brothers (crisis económica del 2008), el gran Terremoto del Este de Japón (2011) y el contagio del Coronavirus. El pueblo del Perú superando estas circunstancias, continúa asumiendo desafíos en nuevas tierras, valorando sus raíces y son el puente que junta a Japón con el Perú”.

En otro momento de su discurso de bienvenida, Ohno dijo: Este proyecto es una exposición que brinda la oportunidad de pensar no solo en los peruanos, sino también en el número de extranjeros que viven en Japón, que se espera aumente en el futuro. Esperamos que esta exhibición profundice la comprensión de los peruanos y otros extranjeros que viven en Japón, y sirva como una oportunidad para dar un paso más, hacia la realización de una sociedad multicultural”.

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