EVITANDO LA DEPRESIÓN EN ADULTOS MAYORES

POR: MARIO KIYOHARA / Ed.225 OCT – NOV 2023


El tiempo pasa inexorablemente y aquel Superman que nos hacía volar con sus fuertes brazos, y aquella Supermamá que aseguraba que no falte comida en la mesa y practicaba el tiro al blanco con sus chanclas van pintando canas; sus movimientos son más lentos y van olvidando cosas. Ante esta situación la gran mayoría, de hijos o familiares cercanos, opta por traerlos a casa o vivir con ellos para poder atenderlos mejor, pero la convivencia y el cuidado exige muchas cosas, siendo muy importante evitar que nuestros Adultos Mayores (AM) caigan en un estado de desmotivación. Por ello, pensamos que el cuidado es integral y que estos puntos a observar en su conjunto ayudarían a que puedan vivir con bienestar:

Quitar la pasividad. Es importante que el AM se encuentre activo según su condición. Con esto no pretendemos que corra la maratón de Tokio; pero que salga todos los días a caminar o realizar alguna rutina física que no lo agote ni lesione. Ayudar en las actividades comunes en casa como cocinar o limpiar ayuda, pero sin restringirse sólo a ello.

El mayor enemigo es el sedentarismo. Tener en cuenta que pasarse horas sentado viendo televisión va a acelerar su pérdida de masa muscular y más que un descanso es una pérdida de tiempo. Organiza rutinas en su día para que se sienta más seguro.

Alimentación. Ser AM no significa el fin de los gustitos o el inicio de comidas insípidas o desagradables. Si bien ya no está para tomarse un litro de limonada en el almuerzo, con la supervisión del médico puede darse sus gustitos de manera periódica.

Medicinas. Es importante establecer la costumbre de tomar los medicamentos a la misma hora debido a que el adelanto o retraso de la dosis hace que al cuerpo le falte o exceda el fármaco generando alteraciones en su organismo.

Retos mentales. Mantener ocupada la mente es importante porque no da espacio a pensamientos negativos. Por ello, afilar el lápiz y hacerle frente al crucigrama, al sudoku o la sopa de letras es el reto; o en su defecto, pintar mandalas es una buena forma de mantener el trazo y el buen gusto. Asimismo, al observar el decrecimiento de sus habilidades mentales son señales a indicar al médico para una revisión de su estado mental.

Actitud optimista. Tener un propósito en la vida es la base del “Ikigai”. Al llegar a la madurez de la vida, el propósito del AM puede que haya sido resuelto (hijos realizados, propiedades o una pensión debida, etc.), o al revés, siente que el tiempo le quedó corto y no pudo cumplir con sus aspiraciones. Este momento de insatisfacción o de vacío es perjudicial para la salud del AM. Por ello, ayudarle a fijarse nuevas metas o satisfacciones pequeñas pero significativas inciden de manera adecuada en la persona.

Espiritualidad. En línea con lo anterior, acompañarle a practicar su fe asistiendo a su iglesia, le favorece en lograr y mantener la paz espiritual que hará más llevadero sus años dorados. Con el tiempo y la práctica logrará perdonarse a si mismo y perdonar a los demás para liberarse y no cargar con culpas ni arrepentimientos.

Mascota. Para algunos AM, en su vida laboral no eran partidarios de criar mascotas por diferentes razones. Sin embargo, el hecho de dedicar su tiempo y sentirse responsables por la crianza y la vida de un pequeño animal favorece a su salud. Verás que poco a poco, la mascota se convierte en tema de conversación y pensamientos recurrente, no dando cabida a pensamientos negativos o recuerdos deprimentes.

Contacto con amigos y familia. No todo el mundo tiene la suerte de poder compartir momentos vitales con sus mayores, así que, si es tu caso, aprovéchalos: no van a estar siempre contigo. Procura que el tiempo que pases con ellos sea de calidad y comparte cuantas más cosas mejor.

Nuevos grupos y actividades. Es todo un reto tanto para el AM como para su familia que consiga salir de casa y asistir a un lugar municipal o privado donde tenga la oportunidad de realizar actividades con personas de su generación, lograr tener un amigo nuevo con quien conversar y compartir le sirve mucho para su estado mental.

Y ante todo, MUCHA PACIENCIA. No es fácil ayudar ni convivir con un AM, pero es satisfactorio al final de todo sentir que has compartido y convertido esta etapa en los mejores años de su vida.

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