POR: JUAN CARLOS MATHEWS S. / ED.234 JUL-AGO-SEP 2025
Cuando el miedo detiene al país
En el análisis de los motores que impulsan el crecimiento económico del Perú, es fundamental observar cinco componentes clave:
La inversión privada, que representa cerca del 80?% del total, es la columna vertebral de la economía. Sin ella, no hay crecimiento sostenido ni generación de empleo. La inversión pública, aunque menor, ha mostrado un comportamiento positivo, incluso en contextos adversos.
Las exportaciones han mantenido una tendencia al alza, a pesar de la incertidumbre global. Los minerales representan alrededor del 61?% del total exportado. La agroindustria, que aporta cerca del 16?%, destaca por su diversificación y crecimiento, especialmente en productos como arándanos, uvas, palta y espárragos, que en conjunto suman casi un 10?%.
El turismo, aunque con gran potencial, aún no logra recuperarse del impacto de la pandemia. Su reactivación es clave para muchas regiones, pero se ve frenada por la inseguridad y la falta de promoción.
El consumo interno, que representa el 62?% del PBI, depende directamente del empleo, y este, de la inversión. Cuando esta cadena se rompe, el crecimiento se debilita.
La confianza macroeconómica sigue siendo uno de los activos del país. Observadores internacionales destacan la estabilidad lograda por el manejo fiscal y la independencia del Banco Central de Reserva, reconocida incluso por líderes extranjeros como Javier Milei.
Inseguridad ciudadana.
Sin embargo, todos estos motores enfrentan hoy una amenaza transversal que no viene de la economía global ni del ciclo de inversiones: la inseguridad ciudadana.
La violencia ha dejado de ser un problema marginal o focalizado. Hoy afecta directamente la posibilidad de trabajar. El pequeño comerciante, el mototaxista, el transportista o la familia que quiere emprender, todos enfrentan riesgos reales: robos, extorsiones, amenazas. Te matan por cinco soles. Y cuando no se puede abrir un negocio ni salir a trabajar con tranquilidad, se rompe la base de la economía real.
El turismo sufre cancelaciones por la percepción internacional de inseguridad. El consumo se enfría, no solo por la falta de ingresos, sino por el temor cotidiano. Por primera vez en décadas, la inseguridad ha desplazado al desempleo como la principal preocupación nacional.
Algunos países de la región han experimentado lo que sucede cuando el Estado se ausenta. En El Salvador o México, ciudadanos y empresarios terminaron organizando su propia defensa. El resultado fue una escalada incontrolable de violencia. El Perú no debe seguir ese camino.
El uso legítimo de la fuerza es responsabilidad exclusiva del Estado. Renunciar a esa función es ceder terreno al crimen organizado. Si el próximo gobierno quiere reactivar la economía, debe actuar desde el primer día. Tiene que usar su “luna de miel” política para restablecer el orden y reforzar los pilares del crecimiento. Seguridad y reforma ya no son caminos separados: hoy, están completamente entrelazados.
CINCO PILARES QUE EL PERÚ DEBE REFORZAR PARA COMPETIR Y CRECER
- Educación: Base del desarrollo a largo plazo.
- Salud: Garantía de bienestar y productividad.
- Infraestructura: Clave para conectar mercados y generar empleo.
- Ciencia y tecnología: Impulso a la innovación y competitividad.
- Institucionalidad: Soporte del Estado de derecho y la inversión.
Economista Juan Carlos Mathews S.
Vicepresidente de Internacionalización, Corporación Educativa San Ignacio de Loyola | Decano de la Facultad de Ciencias Empresariales, USIL
