TEXTO: EDUARDO AZATO S. / FOTOS: Archivo familiar, Eduardo Azato
Ed.230 OCT-NOV 2024
Tiene 15 años y mide 1,90 m. Ello, aunado a una gran pasión por el atletismo y la disciplina necesaria para entrenarse, nos acerca a la posibilidad de tener un deportista de alto nivel. Katsuki tomará parte en octubre en los Juegos Deportivos Nacionales de Japón.
Los Juegos Deportivos Nacionales -conocidos como Kokumin Taiiku Taikai, o simplemente “Kokutai”- se crearon en 1946 y son una especie de Olimpiadas domésticas que anualmente se realizan en alguna de las 47 prefecturas del país.
En esta tradición de 80 años, reúne a lo más graneado del deporte amateur y escolar en casi 40 disciplinas, entre las que estarán seguramente las futuras estrellas del deporte japonés. A partir de ahora se denominarán Juegos Japoneses (Kokumin Sup?tsu Taikai, o “Koku Supo”, en su forma abreviada), porque se le han añadido cambios importantes.
En la edición del presente año, que tendrá lugar en Saga, del 5 al 15 de octubre, estará compitiendo un atleta peruano nacido en Japón. Katsuki Takeuchi estará participando en la prueba de lanzamiento del disco, tras clasificarse como primero en su categoría en los controles realizados en Tochigi -donde nació y vive- en los que impuso la marca de 44,61 metros.
Katsuki nació en Japón y practica el atletismo desde que ingresó a la secundaria básica (ch?gakk?). Desde el comienzo lo hizo en pruebas de campo, practicando primero el lanzamiento de bala. “En realidad, en esa época era un poco obeso, por lo que me inclinaba por cualquier deporte que no implique correr, que no me gusta mucho. Prefiero deportes que tengan que ver con preparación física individual, que aquellos que demanden habilidad y se practican grupalmente”, justifica.
Poco después decidió cambiar al lanzamiento del disco, al notar que cada vez se le dificultaba más hacer la prueba, porque rápidamente su físico venía transformándose, ganando en estatura. Fue cuando probó con el disco, donde se sintió más cómodo, por lo que decidió cambiar. Buena decisión que le depararía actuaciones que le permitieron ser seleccionado del equipo atlético del colegio y tomar parte en eventos interescolares locales y en otras prefecturas, a nivel nacional.
DISCIPLINA, SACRIFICIO Y SUPERACIÓN
Cada mejora en sus marcas técnicas no hizo más que incentivar en Katsuki su pasión por el atletismo, por lo que no se impone límites en cuanto a dedicación y sacrificios. Hay días que se levanta a las 4 de la madrugada para alistarse para el colegio y posteriormente entrenar, retornando a casa solo a las 9 de la noche.
Fueron estas buenas aptitudes para el deporte base, precisamente, las que motivaron también que la escuela Seiran Taito (donde cursa el primer año de secundaria superior, “k?k?”) lo llame para integrar su equipo de atletismo otorgándole media beca de estudios.
Ya con un entrenamiento más especializado (su escuela suele destacar en competencias deportivas de la región) Katsuki -en cuya categoría se usan discos de 1,5 kg. de peso- viene consiguiendo mejores registros que lo han llevado a destacar en su categoría en torneos escolares y juveniles realizados en Tochigi, como también en Tokio y Ehime, prefecturas en las que también ha ido como seleccionado.
Con el “Kokutai” a la “vuelta de la esquina”, el régimen de entrenamiento ha variado un poco, pero no en un extremo que pueda fatigarlo.
Mentalmente dice sentirse fuerte, pero está consciente también de sus posibilidades en un torneo tan prestigioso donde concurren los mejores del Japón.
“Sinceramente, veo difícil llegar a los lugares de privilegio, pero me voy a esforzar mucho para conseguir llegar a la final. De acuerdo a la marca que conseguí en el torneo clasificatorio para los Juegos de Saga, debo estar en el quinto lugar entre todos los que participarán. Daré lo mejor de mí para clasificar a las finales y mejorar mi propio registro técnico”, revela.
Pero el deporte es también para este muchacho, literalmente, una vía de superación ante la eventualidades de la vida, en la que a menudo hay que superar pruebas.
Y Katsuki me explica por qué: “Hay algo que siempre me preocupará, pero con lo que sé que tengo que convivir, y es el hecho de ser disléxico. Tengo dificultades con la lectura, por lo que a veces se dificulta el aprendizaje de las materias de la escuela. El deporte, en este sentido, me viene dando la oportunidad de superarme también en lo personal. Como deportista, me he propuesto ser el mejor de Japón y, si es posible, también destacar en grandes competencias internacionales como el Mundial o las Olimpiadas”, comenta.
LA FAMILIA, SU MEJOR HINCHADA
Katsuki es el último de sus hermanos y, como se suele decir, “de raza le viene al galgo”, porque es hijo de deportistas también, por lo que, obviamente, sus orgullosos padres son los mejores consejeros en estos temas. Nadie como ellos para hacerle ver de los beneficios del deporte y las satisfacciones que da a quienes se esfuerzan.
Celso, su papá, que llegó a ser seleccionado peruano de atletismo en la categoría menores, competía en carrera con vallas y otras pruebas de velocidad. Su madre, Charo, también llegó a practicar el vóleibol en los albores del profesionalismo en el Perú, en clubes como el Power y el Latino Amisa.
Pero, sin lugar a dudas, es Harue, su hermana mayor, quien actúa como hincha número uno y hasta “manager”, si se quiere. No duda en apoyar material y moralmente al campeón de la casa y han sido muchas las veces que ha descansado en el trabajo, para viajar a otras prefecturas y verlo competir.
Esperemos que la evolución de Katsuki Takeuchi en el atletismo continúe en ascenso. Sus marcas, haciendo una comparación con los registros de atletas del lanzamiento del disco en el Perú, aún de categorías mayores, son bastante buenas.
Le cuento que el Perú está convocando últimamente a deportistas peruanos que viven en el extranjero para defenderlo en torneos internacionales, con muy buenos resultados. ¿Cuál sería su reacción en el supuesto de ser llamado para una selección de atletismo? “Sería un honor. No podría decir que no”, respondió.