NO HAY CURA

...nunca, pero nunca, le den espacio al pesimismo, a la derrota o al miedo. Miremos adelante juntos, hoy será pasado, esto se irá con la misma velocidad con que vino…
…nunca, pero nunca, le den espacio al pesimismo, a la derrota o al miedo. Miremos adelante juntos, hoy será pasado, esto se irá con la misma velocidad con que vino…

ÚLTIMA NOTICIA: LA OMS DECLARA QUE NINGUNA VACUNA PROBADA DIO RESULTADO. HAY QUE RETOMAR EL ESTUDIO…

Juan recibía impávido la noticia en el noticiero, dicho por una mujer cuyo gesto desencajado tiraba muy lejos el otrora título de “el rostro más bello de la TV”. A su lado un comentarista que no conseguía articular palabra para paliar el sepulcral silencio del estudio completaba la escena.

¿Y ahora qué hacemos? – dijo Ana, su pareja de toda la vida. Mientras se hacían notorios los llantos en departamentos vecinos e invadían las alertas de tweets, post y whatsapp de su celular. Trae a los chicos, -dijo Juan- con una tranquilidad que despertaba inquietud en Ana. 

-Niños – empezó Juan-, estamos pasando por un momento realmente clave de la historia mundial, no existe nada creado por el hombre que haya sido capaz de detener a todos los países en tan corto tiempo. Ni siquiera la guerra ha sido capaz de llegar a cada rincón del planeta. Esto va a ser tema de conversación por décadas y lo van a estudiar en las escuelas. ¿Y saben qué? Ustedes van a estar ahí para contárselos a sus hijos y a sus nietos.

Pero, ¿cómo?, si la vac… -decía Ana- cuando Juan la interrumpió. Sí -dijo Juan- pero es una ayuda que va a tardar en llegar. Hoy más que nunca entiendo que la solución está en las manos de cada uno de nosotros, y qué más eficaz es prevenirlo que tratarlo. 

¿Y qué tenemos que hacer? -dijo el pequeño-. 

Vamos a hacernos fuertes -aseveró Juan-. Nos alimentaremos bien, no descuidaremos la limpieza y así estemos encerrados jugaremos, bailaremos y nos moveremos para ejercitarnos. Y lo principal -añadió Juan de inmediato- nunca, pero nunca, le den espacio al pesimismo, a la derrota o al miedo. Miremos adelante juntos, hoy será pasado, esto se irá con la misma velocidad con que vino…

Los niños en su inocencia se entusiasmaron. ¡Era tan simple lo que papá les pedía! Y no se explicaban por qué algo tan sencillo no lo hacían todos los adultos. ¡Ya sé! -exclamó uno de ellos- le diremos al mundo que ésta es la receta para ganarle al virus: comer sano, hacer ejercicio, estar limpios, cuidar del otro y pensar que todo saldrá bien. Y con la velocidad de sus pulgares lograban enviar mensajes y videos a sus compañeros de clase y éstos a sus amigos del barrio y estos a sus familias…

… y un día el virus se fue. Rápido y silencioso como vino.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.