Según datos extraoficiales, en Japón circulan más de 260,000 taxis de los cuales, 35,000 brindan servicio en Tokio operados por 300 compañías diferentes.
Además de una esmerada atención y de una amabilidad sin límites por parte de los conductores, algunas compañías de la capital nipona han comenzado a incrementar el nivel de su servicio vendiendo tres productos básicos que el cliente puede adquirir dentro del propio taxi: paraguas, para los pasajeros que en días lluviosos olvidan el suyo; mascarillas, nunca tan oportunas en tiempo de pandemia; y botellas de agua para aquellos pasajeros que deseen relajarse y descansar brevemente durante el trayecto hacia su destino.
Los productos no tienen marca, el costo incluye el impuesto al consumo y el precio de los productos es el básico, es decir que la empresa no gana ningún porcentaje con la venta, que solo busca aumentar la calidad del servicio de taxi.