En Japón es bastante común que se organicen todo tipo de ferias y exposiciones, desde las de alimentos tipo Foodex donde se presentan nuevos productos y tendencias alimenticias con potencial para ingresar al mercado japonés, hasta el Tokyo Motor Show, donde la industria automotriz mundial pero principalmente la nipona, presentan lo último en autos híbridos, eléctricos y otras tendencias futuristas.
En todas estas ferias, uno de los principales atractivos son las anfitrionas o impulsadoras de ventas: bellas y muchas veces imponentes mujeres, que enfundadas en trajes de la marca o empresa expositora promueven un stand, animan al público a degustar y atraen la atención de la prensa con lo cual, el producto logra mayor publicidad y presencia en medios y redes sociales.
En resumen, Japón no escapa a la tendencia global de asociar la belleza de una mujer a un producto, principalmente al sector automotriz y en segundo lugar, al de videojuegos.
Estas jóvenes, extranjeras o japonesas, son asediadas por fotógrafos profesionales y aficionados que créalo o no, hacen cola para retratarlas desde todos los ángulos y poses diferentes o kawaii.