LO QUE DEBE SABER SOBRE LAS VACUNAS Y EL PROCESO DE VACUNACIÓN EN JAPÓN

(Foto: Andina)
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Mucho es lo que se dice sobre las vacunas ¿son realmente efectivas? ¿Sabemos cómo funcionan dentro de nuestro organismo? ¿Entendemos las frases y palabras que se utilizan para describir su efectividad? ¿Por qué deben vacunarnos dos veces? ¿Nos proporcionarán inmunidad inmediata contra el virus? ¿Es verdad que resultan perjudiciales a largo plazo para la salud? ¿Será cierto que la vacuna es la vía que fuerzas oscuras utilizarán para implantarnos un chip a través del cual lograrán controlarnos mentalmente?

Todas las interrogantes son válidas, incluso las más extrañas y descabelladas, por ello es necesario informarse de forma responsable, para poder separar la verdad de la mentira; la ciencia de teorías conspirativas sin pies ni cabeza.

A continuación, les brindamos una serie de precisiones sobre las vacunas y el proceso de vacunación que no pretenden ser una guía científica, pero que sin duda logrará solventar más de una duda.

¿Qué nos inyectan en la vacuna?
Las vacunas ayudan a nuestro organismo a desarrollar inmunidad contra el virus sin que para ello tengamos que contraer la enfermedad. Y eso se hace de diversas formas. Es decir, cada vacuna aplica su propio método para “avisarle” al cuerpo sobre la enfermedad. Pero en todos los casos, la vacuna hace que el organismo desarrolle los linfocitos T de los cuales ya hablamos, y los linfocitos B, que son los que sabrán cómo atacar el virus.
Entonces y básicamente, las vacunas generarán un proceso en el cuerpo cuyo resultado será la producción de linfocitos T y B contra el nuevo coronavirus. Este proceso puede generar síntomas como malestar o fiebre, y es completamente normal que así sea, porque cuando el cuerpo recibe la vacuna, no comenzará a pelear contra el virus sino a practicar cómo hacerlo. En otras palabras, serán “ejercicios de guerra”.

(Foto: Andina)
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En la actualidad, existen cuatro tecnologías principales por medio de los cuales las vacunas “entrenan” al cuerpo contra el virus:

-Las vacunas ARNm contienen material del nuevo coronavirus pero no el virus en su totalidad. Este material hace que el cuerpo genere una proteína (inofensiva) propia del virus pero desconocida para el cuerpo, y al ser desconocida para el cuerpo, este genera inmediatamente linfocitos T y B para combatirla.
Es como si la policía llega a su casa y le muestra la foto del ladrón que intentará robarle en el futuro, entonces usted se prepara, compra un perro guardián, cámaras de seguridad, etc. La proteína es la foto del ladrón.
Las vacunas Pfizer y BioNTech, y la de Moderna utilizan esta tecnología en sus vacunas, pero de manera diferente, esta es la razón por la cual la vacuna de Pfizer y BioNTech debe almacenarse a menos 75 grados Celsius, mientras que la de Moderna solo necesita de menos 20 grados Celsius.
Esta forma de crear vacunas es más rápida pero también más costosa.
Estas son dos de las vacunas que utilizará Japón, pero por el momento solo está autorizado el uso de la vacuna Pfizer y BioNTech.

-Las vacunas de subunidades proteicas. Este método no hace que el cuerpo genere una proteína desconocida, como en el tipo anterior de vacuna, sino que inyecta en el cuerpo directamente esta proteína para que el sistema inmunológico desarrolle linfocitos T y B.
Las vacunas de Novavax y Sanofi y GlaxoSmithKline hacen uso de esta tecnología.

-Las vacunas de vectores. Este es el único método que utiliza un virus vivo, diferente al COVID-19, pero dentro del cual coloca material genético del COVID-19. Con este material genético, las células del cuerpo crean la proteína propia del virus y extraña a nuestro organismo, lo cual genera que el sistema inmunológico entre en acción creando los linfocitos T y B.
Siguiendo con el ejemplo del policía y el ladrón, esta vez las autoridades no le traerán la foto del delincuente, sino al delincuente en persona pero encadenado para que no pueda hacerle ningún daño.
La vacuna de AstraZeneca utiliza este tipo de tecnología, utilizando el virus del resfriado común como empaque para colocar dentro la información del COVID-19. Para conservarla solo necesita la temperatura normal de un refrigerador casero. Esta es la tercera vacuna que utilizará Japón.
Otra vacuna que utiliza esta tecnología es la rusa Sputnik.
Esta es una forma barata de crear vacunas, pero también más lenta.

-Las vacunas de virus inactivado, utilizan una versión muerta del virus que no produce enfermedad, pero que sí genera anticuerpos. Este método se utiliza desde hace mucho y es de probada efectividad en vacunas como las de la gripe, hepatitis A, polio y la rabia.
Esta tecnología es utilizada en la vacuna desarrollada por la farmacéutica china
Sinopharm y el Instituto de Productos Biológicos de Beijing. Esta es la vacuna que acaba de llegar al Perú.

¿Por qué la vacuna se recibe en dos dosis?
En primer lugar y si bien la mayoría de las vacunas desarrolladas contra el COVID-19 consta de dos dosis, también existe una vacuna que se inocula en una sola dosis.
En el caso de las vacunas de dos dosis, la primera busca comenzar a generar protección contra el virus, mientras que la segunda se aplica como refuerzo. No se trata de dos componentes diferentes, sino del mismo componente administrados de esa forma para lograr la máxima protección.
Una de las vacunas de una sola dosis es la Janssen de Johnson & Johnson.

Efectividad
Es común que los medios de comunicación hablen sobre el porcentaje de efectividad de una u otra vacuna, pero, ¿a que se refieren específicamente?
El porcentaje de efectividad de una vacuna hace alusión directa al número de personas que esa vacuna ha logrado inmunizar, durante el periodo de prueba realizado con voluntarios que se inocularon, tanto la vacuna como un placebo.
Por ejemplo, imaginemos que la prueba de una vacuna se realiza con 100 personas, si la vacuna logró inmunizar a 95 voluntarios se dirá que tiene una efectividad del 95%; si inmunizo a 60 personas, se dirá que tiene una efectividad del 60%.
En resumen, el porcentaje de efectividad no hace alusión a que tan buena o mala es una vacuna, todas son buenas, todas logran su objetivo, solo que unas son más efectivas que otras.

¿Cómo trabaja la vacuna en el cuerpo?
La vacuna no es la que nos cura o inmuniza contra el nuevo coronavirus, ese trabajo lo hace, siempre, el sistema inmunológico del cuerpo. Lo que hace la vacuna es mostrarle al sistema inmunológico a reconocer al virus, a atacarlo apenas lo detecte, y la forma de neutralizarlo.
Para entender mejor este punto, pensemos en nuestro cuerpo como una ciudad que cuenta con un ejército para defenderla. Ese ejército es nuestro sistema inmunológico.
Si a la ciudad entra un ladrón, un asesino, un terrorista o cualquier otro tipo de delincuente (virus, bacteria, etc.) ya conocido, el ejército lo atacará inmediatamente, neutralizándolo. Pero si a la ciudad llega una dulce viejecita, una bella mujer o un apuesto caballero que debajo del traje llevan una bomba, el ejército los dejará transitar por la ciudad porque no los reconoce como una amenaza. El ejército solo descubrirá que la abuelita, la dama o el caballero son un peligro cuando la bomba haya estallado.
El llamado “nuevo coronavirus” debe la primera palabra de su nombre coloquial, ya que es un virus nuevo y desconocido para la ciencia y para nuestro organismo, de allí que cuando nos infectamos, el virus puede reproducirse y atacar el organismo sin que las defensas del cuerpo lo molesten. Nuestro sistema inmunológico solo reacciona cuando el nuevo coronavirus ya atacó, creando por lo general una inflamación en los pulmones que es lo primero que ataca el COVID-19.
En algunos casos el cuerpo responderá a ese ataque controlando la inflamación, y aprendiendo en esa misma batalla y sobre la marcha, a reconocer y neutralizar al virus.
Esto nos lleva a una segunda conclusión: debemos mantener el sistema inmunológico del cuerpo en buen estado, fuerte y saludable porque al fin y al cabo, es nuestra única defensa.
Resumiendo, la vacuna es un mensajero que le da al cuerpo la información necesaria para que nuestro sistema inmunológico trabaje adecuadamente.

¿Inmunidad inmediata?
Muchas personas creen, equivocadamente, que la vacuna les proporciona inmunidad inmediata. En realidad, la vacuna solo proporciona inmunidad luego de aproximadamente un mes de haber sido inoculada en su totalidad.
La primera dosis de la vacuna se inyecta y luego de 21 días, se debe inocular la segunda dosis. A partir de ese momento y por lo ya explicado en el punto anterior, hay que darle tiempo al sistema inmunológico del cuerpo para que aprenda a utilizar la información recibida a través de la vacuna, y sepa cómo derrotar al virus.
Por consiguiente, es sumamente importante que luego de haber sido vacunada, la persona mantenga las medidas de seguridad sanitaria para evitar contagiarse (mascarilla, distancia social, etc.) por lo menos durante un mes.

(Foto: Andina)
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Contagio y reinfección
Cuando una persona se contagia, su cuerpo aprende por sí solo a luchar contra el COVID-19 y los males que causa, y de acuerdo a la fortaleza del sistema inmunológico del paciente, este tendrá más o menos tiempo para aprender la lección, reaccionar y salvarse de la infección.
En caso de sobrevivir, el sistema inmunológico del paciente conservará un registro de todo lo aprendido durante la lucha contra el virus, esa información se guarda en los linfocitos T, también conocidos como células de memoria, las cuales entrarán en acción inmediatamente para activar las defensas del cuerpo si este se vuelve a contagiar con el virus.
Lo que se está estudiando actualmente, es por cuánto tiempo estas células de memoria permanecen activas y guardan la información para proteger a una persona contra el virus.