Según información revelada esta semana por las autoridades, diariamente un promedio de 300 viajeros que ingresaron a Japón y que se comprometieron a realizar una auto cuarentena de 14 días como medida preventiva para evitar la expansión de contagios del nuevo coronavirus, rompe con su promesa y abandona el lugar donde debería permanecer aislado.
La revelación fue realizada por el Ministerio de Salud y por la empresa de servicios médicos que las autoridades han contratado, para monitorear diariamente a los más de 24,000 viajeros que ingresaron al país desde fines del mes de marzo.
Las autoridades indicaron que la auto cuarentena la rompen tanto ciudadanos japoneses como extranjeros. En el caso de los primeros y como medida punitiva, las autoridades indicaron que están contemplando publicar el nombre de los transgresores, mientras que en el caso de los extranjeros, el castigo sería revocar o no renovar su permiso de estadía y deportarlos a su país de origen.
La solicitud de auto aislamiento a los viajeros, se realiza con la finalidad de neutralizar la expansión de variantes del nuevo coronavirus llegadas desde el exterior, ya que son estas variantes las que han generado un explosivo aumento de contagios a todo lo largo del archipiélago, y la imposición del estado de emergencia en la capital y otras prefecturas.
Si bien un viajero puede dar un resultado negativo en la prueba contra el coronavirus que le realizan en el aeropuerto cuando llega a Japón, no se descarta que la enfermedad pueda encontrarse en estado de incubación en el viajero, algo que las pruebas PCR no son capaces de detectar, motivo por el cual se le solicita que realice la auto cuarentena.
Pasaporte de vacunas
Por otro lado, Japón planea implementar un «pasaportes de vacunas» con la finalidad de facilitar el proceso de viaje de sus ciudadanos al extranjero, así como el ingreso de extranjeros al archipiélago.
Este pasaporte podría ser una aplicación para teléfonos inteligentes que se maneje a través de códigos QR, un sistema que ya se está aplicando en otros países de Europa y el Sudeste Asiático, además de en China.
Con la finalidad de no discriminar a las personas que no deseen o no puedan ser vacunadas, el sistema también incluirá el resultado de pruebas de antígenos y de la reacción en cadena de la polimerasa contra el nuevo coronavirus.