JAPÓN COMIENZA CON EL PROCESO DE VACUNACIÓN CONTRA EL COVID-19

Realizará simulacro el miércoles 27 de enero
Foto: Andina
Foto: Andina

Mañana miércoles 27 de enero, Japón llevará a cabo un simulacro de vacunación contra el COVID-19 en la ciudad de Kawasaki, como paso previo del plan oficial que existe para comenzar a vacunar a todo el país desde el próximo mes de febrero.

El simulacro se llevará a cabo con la finalidad de «evaluar cuánto tiempo llevará (vacunar) y qué tan grande debe ser el sistema. Luego informaremos a los municipios de los resultados», explicó a la prensa el ministro de reforma administrativa Taro Kono.

Luego del simulacro de vacunación, las autoridades centrarán sus esfuerzos en informar a la población de manera rápida, sencilla y transparente sobre los efectos y seguridad de las vacunas que se utilizarán, las cuales provienen de dos farmacéuticas, las estadounidenses Pfizer Inc. y Moderna Inc., y la británica AstraZeneca Plc.

Japón recibirá en total 310 millones de dosis de vacunas, suficiente para 155 millones de personas, a pesar de que la población total del país no sobrepasa los 125 de habitantes.

El gobierno central será el encargado de traer las vacunas al país, pero la inoculación en sí misma estará a cargo de cada municipio, lo cual puede suponer diferentes niveles de eficiencia y rapidez en la aplicación de la vacuna. Una reciente encuesta realizada por la agencia de noticias Kyodo, reveló que el 80% de las 47 ciudades capitales de las prefecturas que conforman el país, consideró un reto el proceso de vacunación, ya que no se cuenta con el personal médico suficiente para realizar la tarea de forma paralela en todo el país.

Las vacunas serán aplicadas a personas mayores de 16 años, y el calendario de inoculación comenzará por el personal médico hasta finales de febrero (10 mil personas), continuará con los trabajadores que atienden ancianos y relacionados (3 millones) para mediados de marzo, a fines del mismo mes se debe haber vacunado a los 36 millones de personas mayores de 65 años, y de allí en adelante al resto de la población, dándole prioridad a las personas con enfermedades preexistentes.

Este es el primer programa médico de su tipo que se pone en marcha en Japón, y la ansiedad de los responsables no solo se centra en la falta de personal para aplicar la vacuna, sino también en los requerimientos de refrigeración que tiene cada vacuna: la de Pfizer debe mantenerse a menos 75 grados Celsius y la de Moderna a menos 20 grados Celsius.