Simulacro realizado en la ciudad de Kawasaki fue positivo según las autoridades
Luego de que el simulacro de vacunación contra el coronavirus realizado el miércoles 27 en la ciudad de Kawasaki resultase exitoso, el gobierno central emitió hoy una solicitud a todos los municipios del país, pidiéndoles que se preparen a implementar el proceso dentro de sus propias jurisdicciones.
El simulacro llevado a cabo en Kawasaki evidenció que los procedimientosde recepción de pacientes, llenado de formularios y la vacunación en sí misma son posibles de realizar de forma fluida, ordenada y sobre todo, sin descuidar los protocolos de seguridad contra el contagio.
Sobre este último aspecto, las autoridades recalcaron que recibir la primera de las dos dosis que conforman la vacuna no proporciona una inmunidad inmediata, lo cual significa que incluso luego de ser inoculados , los ciudadanos deberán seguir tomando precauciones para prevenir el contagio.
En los próximos días, el gobierno central distribuirá la información obtenida en el simulacro de Kawasaki con todos los municipios del país, para que cada uno de ellos implemente el sistema de acuerdo a su propia realidad y recursos.
Por otro lado, las autoridades del gobierno central indicaron que ya iniciaron el proceso para adquirir 20,000 (veinte mil) congeladores, los cuales servirán para el almacenamiento hospitalario de las vacunas contra el coronavirus.
Japón ha comprado 310 millones de dosis de la vacuna (para 157 millones de personas) de las farmacéuticas Pfizer Inc., Moderna Inc. y AstraZeneca Plc., las cuales deben ser almacenadas a menos 75 y menos 20 grados centígrados, respectivamente.
Cifra de contagios disminuye de manera sostenida pero no a la velocidad esperada
Mientras que el mundo superó hoy los 100 millones de contagios confirmados de coronavirus, todo parece indicar que Japón podría extender el estado de emergencia en el que actualmente se encuentran 11 de las 47 prefecturas del país (Tokio, Kanagawa, Chiba, Saitama, Tochigi, Aichi, Gifu, Osaka, Kioto, Hyogo y Fukuoka).
Si bien el estado de emergencia vence todavía el próximo 7 de febrero, voceros del gobierno indicaron que no se esperaría el último momento para declarar la extensión de la medida, pues ello causaría confusión en la población y los diferentes sectores económicos.
Según las mismas fuentes, el requisito fundamental para decidir si el estado de emergencia se prolonga o no, es que se produzca una “disminución importante” en el número diario de contagios, principalmente en Tokio pero también en el resto del país.
En caso de ser necesaria una extensión del estado de emergencia, esta sería hasta fines de febrero. El primer ministro Suga indicó que la próxima semana consultará al panel de expertos en salud que lo asesora, sobre la conveniencia de adoptar esta nueva medida.
Si bien desde que se decretó el estado de emergencia las cifras de contagio han disminuido gradualmente, la velocidad de reducción no es la esperada. En contraposición y a pesar de la disminución de las cifras, la cantidad de ancianos contagiados va aumentando de manera sostenida, y al ser la población más vulnerable, se teme que en caso de un rebrote los sistemas de salud no puedan atender a todos los enfermos.
Justamente y en un inusual mea culpa, el primer ministro Suga, ante una crítica de la oposición sobre el manejo de la pandemia, reconoció que el sistema médico del país no ha estado bien preparado para luchar contra la pandemia, lo cual ha generado que se pierdan vidas.
Mañana miércoles 27 de enero, Japón llevará a cabo un simulacro de vacunación contra el COVID-19 en la ciudad de Kawasaki, como paso previo del plan oficial que existe para comenzar a vacunar a todo el país desde el próximo mes de febrero.
El simulacro se llevará a cabo con la finalidad de «evaluar cuánto tiempo llevará (vacunar) y qué tan grande debe ser el sistema. Luego informaremos a los municipios de los resultados», explicó a la prensa el ministro de reforma administrativa Taro Kono.
Luego del simulacro de vacunación, las autoridades centrarán sus esfuerzos en informar a la población de manera rápida, sencilla y transparente sobre los efectos y seguridad de las vacunas que se utilizarán, las cuales provienen de dos farmacéuticas, las estadounidenses Pfizer Inc. y Moderna Inc., y la británica AstraZeneca Plc.
Japón recibirá en total 310 millones de dosis de vacunas, suficiente para 155 millones de personas, a pesar de que la población total del país no sobrepasa los 125 de habitantes.
El gobierno central será el encargado de traer las vacunas al país, pero la inoculación en sí misma estará a cargo de cada municipio, lo cual puede suponer diferentes niveles de eficiencia y rapidez en la aplicación de la vacuna. Una reciente encuesta realizada por la agencia de noticias Kyodo, reveló que el 80% de las 47 ciudades capitales de las prefecturas que conforman el país, consideró un reto el proceso de vacunación, ya que no se cuenta con el personal médico suficiente para realizar la tarea de forma paralela en todo el país.
Las vacunas serán aplicadas a personas mayores de 16 años, y el calendario de inoculación comenzará por el personal médico hasta finales de febrero (10 mil personas), continuará con los trabajadores que atienden ancianos y relacionados (3 millones) para mediados de marzo, a fines del mismo mes se debe haber vacunado a los 36 millones de personas mayores de 65 años, y de allí en adelante al resto de la población, dándole prioridad a las personas con enfermedades preexistentes.
Este es el primer programa médico de su tipo que se pone en marcha en Japón, y la ansiedad de los responsables no solo se centra en la falta de personal para aplicar la vacuna, sino también en los requerimientos de refrigeración que tiene cada vacuna: la de Pfizer debe mantenerse a menos 75 grados Celsius y la de Moderna a menos 20 grados Celsius.
El primer ministro Yoshihide Suga decidió hoy miércoles 13 de enero, extender el estado de emergencia a otras siete prefecturas del país debido al aumento de contagios por el nuevo coronavirus que se han registrado dentro de las mismas.
Con esta medida ya son 11 las provincias del país declaradas en emergencia hasta el próximo 7 de febrero. De esta forma, a Tokio, Saitama, Chiba y Kanagawa que fueron declaradas en emergencia el pasado 8 de enero, se le suman Tochigi, Gifu, Hyogo, Kioto, Fukuoka, Osaka y Aichi.
La ciudad de Osaka así como las prefecturas de Kioto y Hyogo solicitaron el sábado 9 ser incluidas en el estado de emergencia, lo mismo hicieron el martes 12 las provincias de Tochigi, Gifu y Aichi.
La prefectura de Fukuoka no hizo pedido alguno, ante lo cual el ministro Yasutoshi Nishimura, encargado de la respuesta primaria a la pandemia del nuevo coronavirus, aclaró que el estado de emergencia no se aplica por solicitud de las autoridades de cada provincia, sino tomando como base la capacidad hospitalaria y el porcentaje de uso que tiene cada prefectura.
«Si trabajamos juntos, ciertamente podemos convertir el número de personas infectadas en un número decreciente», aseguró Nishimura en declaraciones previas a la conferencia de prensa ofrecida por Suga.
Nishimura sin embargo, se mostró reacio a declarar todo el país en estado de emergencia porque según indicó, los contagios no han aumentado en todo Japón, sino en ciudades y prefecturas específicas.
Tanto Suga como Nishimura y la Ministra de Salud Norihisa Tamura, los rostros más visibles en la lucha contra el COVID-19, volvieron a instar al público a quedarse en casa y a mantener el distanciamiento social.
A diferencia del primer estado de emergencia declarado por causa del nuevo coronavirus en abril del año pasado, esta vez, las autoridades decidieron focalizar sus esfuerzos en los sectores más propensos a generar contagios, en lugar de instaurar una sola medida para todo el país. Este esfuerzo busca afectar lo menos posible la ya bastante golpeada economía local y darle un tratamiento específico a las necesidades de cada prefectura.
Todo parece indicar que en las próximas horas, el estado de emergencia declarado por Japón para Tokio y las prefecturas de Saitama, Chiba y Kanagawa, será ampliado a las provincias de Kioto y Hyogo, así como a la ciudad de Osaka por un pedido expreso de sus autoridades. Otra prefectura que estaría pidiendo ser considerada dentro del estado de emergencia por el aumento de contagios del nuevo coronavirus, sería Tochigi.
El primer ministro Yoshihide Suga indicó ayer martes que desea tomar una decisión rápida sobre la ampliación del estado de emergencia, por lo cual se están haciendo los arreglos finales para que este se haga efectivo desde hoy miércoles. Tanto Osaka como Kioto y Hyogo han comenzado a registrar cifras récord de contagios, que sin embargo no se comparan con las alcanzadas por la ciudad capital.
Luego del fin de semana largo de tres días, Tokio registró el martes 970 contagios, un marcado descenso luego de registrar más de 2,500 contagios el 7 de enero, un día antes de que entrara en vigor el estado de emergencia.
El primer ministro japonés Yoshihide Suga, declaró hoy jueves el estado de emergencia en el área metropolitana de Tokio, la cual está conformada por la ciudad capital y las prefecturas aledañas de Chiba, Saitama y Kanagawa.
El anuncio, que fue realizado durante una conferencia de prensa organizada a las 18:00 hora local, busca frenar el aumento de contagios causados por el nuevo coronavirus. La medida entrará en vigencia de forma inmediata, desde la medianoche de hoy y se prolongará hasta el 7 de febrero.
En líneas generales, se puede afirmar que este segundo estado de emergencia en el que ingresa Japón, obligado por el aumento de contagios del COVID-19, es más relajado que la primera medida que se tomó en abril del año pasado.
Sin embargo y en su discurso al país, el mandatario aseguró que declaraba el estado de emergencia “con una fuerte sensación de crisis”, frase con la que dejó en claro que las medidas no deben tomarse a la ligera sino muy por el contrario, que la población, no solo de la zona declarada en emergencia sino de todo el país, debe extremar las medidas destinadas a prevenir el contagio y no bajar la guardia en el uso de mascarillas, desinfección de manos, distanciamiento social y evitar acudir a lugares cerrados y mal ventilados.
Si bien el primer ministro siempre se mostró reacio a declarar el estado de emergencia para no afectar la ya maltrecha economía del país, se vio enfrentado a una creciente presión no solo por parte de la gobernadora de Tokio que pedía abiertamente la declaración del estado de emergencia, sino por un sector de la misma ciudadanía, políticos locales y expertos de la salud. Cosas concretas
Pero, ¿cómo afectará este nuevo estado de emergencia el día a día de los ciudadanos que viven y trabajan dentro del área metropolitana de Tokio? A continuación consignamos informaciones y datos concretos que lo ayudarán, amable lector, a reorganizar su rutina y le brindarán un panorama general de la situación, como para que no entre en pánico.
-Lo primero que habría que indicar, es que el estado de emergencia ha sido declarado para evitar el colapso de los servicios hospitalarios de Tokio, Chiba, Kanagawa y Saitama. El sistema de salud de algunas ciudades ubicadas dentro de las mencionadas prefecturas, se encuentra actualmente en alerta máxima y casi al máximo de su capacidad, o lo que en el protocolo de emergencia se conoce como Etapa Cuatro.
-Concretamente hablando, las autoridades le piden a los ciudadanos que no salgan de casa salvo para cosas esenciales y que no viajen a otras prefecturas, mientras que a las empresas les solicita implementar el trabajo remoto lo máximo posible o alternar los turnos del personal que debe acudir a la oficina. La finalidad es disminuir el tránsito de personas en más de un 70%, con lo cual se supone, se logrará reducir el número de contagios a menos de 500 al día en el lapso de un mes, una cifra mucho más manejable que los 6 mil casos registrados en todo el país el día de ayer, la mitad de los cuales se contabilizaron en el área metropolitana de Tokio.
-En lugar de detener todo tipo de negocios y actividades económicas, el gobierno ha decidido focalizar las medidas y poner mayor énfasis en disminuir la actividad de los entornos de alto riesgo. Aunque Suga no lo mencionó de forma específica, estos entornos se ubican principalmente en el sector del entretenimiento: restaurantes, bares, gimnasios, karaoke, etc. Tomando como base esta estrategia, es que las autoridades le solicitan a los locales que sirven comidas y bebidas que dejen de expender licor a las 7 de la noche, y que cierren una hora después, a las 8. En el caso de los grandes almacenes, gimnasios, karaokes, cines, etc. se les pide que cierren más temprano. Todos los negocios que se ciñan a la solicitud del gobierno, recibirán una ayuda económica por cada día que dure la medida.
-El estado de emergencia se mantendrá inicialmente hasta el próximo 7 de febrero, y se irá levantando paulatinamente y en la medida que los servicios hospitalarios de cada ciudad y prefectura vuelvan a la normalidad.
-Las autoridades del gobierno central han decidido trabajar de manera conjunta con las instituciones médicas de cada prefectura, para aumentar su capacidad hospitalaria, vale decir, la cantidad de camas para atender a los contagiados.
-El gobierno central también tiene como objetivo aumentar el pago al personal médico de todos los niveles, para asegurar que los centros de salud cuenten con personal suficiente. En los últimos meses y sobre todo semanas, se han registrado numerosas bajas de personal médico que ha pedido licencia o simplemente ha dejado de trabajar. Los incentivos económicos buscan revertir esta situación.
-El suministro de alimentos y todo tipo de productos se encuentra completamente asegurado para la zona declarada en emergencia, por lo cual no será necesario que la ciudadanía haga acopio de productos como papel higiénico.
-Durante el estado de emergencia las escuelas de todos los niveles seguirán funcionando normalmente. En cuanto a los exámenes de ingreso a las universidades que están programados para finales de mes, los mismos no se verán alterados.
-El servicio de entrega de comida sí podrá funcionar después de las 8 de la noche.
Japón se alista ante la posibilidad de declarar el estado de emergencia por segunda vez en menos de un año, a causa del aumento de contagios del nuevo coronavirus. Esta vez, el estado de emergencia solo se aplicaría en Tokio, Saitama, Chiba y Kanagawa, prefecturas estas tres últimas que junto con la ciudad capital, conforman lo que comúnmente se conoce como el Área Metropolitana de Tokio o el Área del Gran Tokio, una zona de 8,305 kilómetros cuadrados dentro de la cual, viven 36 millones de personas, más de la cuarta parte de la población total del país.
El primer estado de emergencia declarado por Japón a causa del COVID-19 fue el 7 abril del año pasado, primero para Tokio y otras seis regiones del país y luego para el resto del archipiélago, situación que culminó a partir del 14 de mayo de forma escalonada, tomando en consideración la forma en que cada prefectura y región había logrado contener la enfermedad y liberar la presión de su sistema sanitario, criterio que todo parece indicar, también se aplicará esta vez.
El estado de emergencia en Japón no tiene el mismo significado o no es igual al que aplica la mayoría de países alrededor del mundo, en los cuales la población es objeto de cuarentenas obligatorias y toques de queda, y se encuentra sujeta a multas o penas de cárcel si rompe con lo que ordenan las autoridades.
Explicado de forma concreta y resumida, el estado de emergencia en Japón no faculta al gobierno a imponer cuarentenas rígidas o toques de queda, obligar a los ciudadanos a que se queden en casa y castigarlos de alguna forma si no lo hacen. El estado de emergencia tampoco le da a las autoridades facultades irrestrictas para cerrar comercios de cualquier tipo.
Una segunda característica, si se le puede calificar como tal, que hace tan sui generis el estado de emergencia en Japón, es que el mismo no apela a la fuerza sino al criterio y civismo de la ciudadanía para superar un momento difícil para el país. El gobierno le pide a sus ciudadanos que por favor sigan las indicaciones al pie de la letra, una conducta que obedece el 99% de la población en el entendimiento de que el bien grupal es más importante que el personal, y de que las autoridades actúan en beneficio de todos.
Ante un panorama tan idílico una pregunta surge sola: si la ciudadanía es tan consciente y responsable, ¿por qué no sigue las indicaciones de las autoridades que desde hace meses, le vienen pidiendo autocontrol para mantener el virus a raya, y así evitar la declaración del estado de emergencia?
La respuesta es bastante sencilla y ha sido explicada numerosas veces tanto por la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, así como por el primer ministro Yoshihide Suga: la posible declaración del estado de emergencia no es consecuencia de la desobediencia, el desborde o los excesos de la población, sino una medida preventiva ante el posible colapso del sistema sanitario si los contagios siguen aumentando al mismo ritmo.
Contagios que se generan en las actividades normales del día a día, en un país pequeño y superpoblado que al 4 de enero, “sólo” registraba 242,000 contagios y 3,600 muertos. Por ello es que el estado de emergencia sólo se declararía en Tokio y prefecturas aledañas y no en el resto de provincias, donde la situación se mantiene estable. Incluso y según se especula, el estado de emergencia no se aplicaría para las escuelas, que seguirían funcionando normalmente.
Lejos de lo que se pueda pensar, la actitud del pueblo japonés, la conducta de sus autoridades y el espíritu de las leyes que gobiernan el país, no son producto de un mundo de cuento de hadas donde todo ha sido perfecto. Muy por el contrario, Japón se ha convertido en el país que es actualmente debido a una historia plagada de sufrimiento, violencia y brutalidad, que si bien no le proporciona todas las respuestas, si le muestra claramente los caminos por los que no debe transitar.
La Constitución
Que el estado de emergencia no le permita al gobierno imponer medidas restrictivas extremas, tiene su origen en la mismísima actual constitución del país.
El carácter militarista, beligerante y conquistador del imperio japonés hasta la Segunda Guerra Mundial, fue respaldado por lo que se conoce como la Constitución Meiji, una carta magna que rigió desde el 29 de noviembre de 1890 hasta el 2 de mayo de 1947, la cual le concedía al emperador un poder ilimitado sobre sus súbditos, dando lugar al absolutismo y al exceso de poder.
La derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial y la ocupación del país por parte de las Fuerzas Aliadas (Estados Unidos), devino en la redacción de una nueva Constitución que eliminó de cuajo cualquier rastro de absolutismo, resaltando en cambio lo que muchos entendidos llaman “el respeto a los derechos humanos”. De allí que las actuales leyes no le proporcionen al gobierno, las herramientas para imponerle a la ciudadanía ningún tipo de conducta, restricciones o penalidades durante el estado de emergencia.
Si bien la “Constitución de la Paz” o “Constitución de Posguerra” como también se conoce a la actual carta magna nipona, fue un documento redactado e impuesto al gobierno japonés por el bando vencedor, lo cierto es que de alguna forma este documento logró reflejar al menos en parte, los deseos de la población, que de un día para el otro pasó de ser un conjunto de súbditos a un conjunto de ciudadanos o lo que es lo mismo, pasaron de no tener derecho alguno y estar sometidos a la voluntad del emperador, a ser un grupo de ciudadanos cuya Constitución fue inspirada en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, documento que defiende “los derechos naturales y civiles, sagrados e imprescriptibles” del ciudadano.
La actual carta magna japonesa fue promulgada el 3 de noviembre de 1946 y entró en vigencia seis meses después, el 3 de mayo de 1947.
La Federación Japonesa de Asociaciones de Abogados, entidad que cuenta con presencia en todas las prefecturas del país, acaba de lanzar un comunicado en el que informa a la ciudadanía, sobre la posibilidad de una reducción o incluso eliminación de sus deudas en caso de que estas, hayan sido causadas o no puedan ser canceladas por la situación de pandemia que afecta todo el planeta.
Si bien toda la información se encuentra en japonés, a continuación les brindamos una traducción básica del sistema, con la finalidad de que usted amable lector, tenga la posibilidad de decidir si califica y si desea aplicar a la ayuda.
A continuación, la explicación de lo que ha sido llamado como “Sistema de reducción y condonación de deudas a causa del COVID-19” (Corona ban loan genmen seido).
¿De qué trata el sistema? Bajo este sistema, se podría tener una reducción o condonación de sus deudas; – Sin solicitar la quiebra personal (bancarrota), ni ser registrado a la “lista negra” de deudores. – Recibiendo los servicios de profesionales de abogados y expertos en bienes inmuebles, gratuitamente.
¿Quién puede solicitar este sistema? Las personas que están teniendo dificultades de pagar sus deudas por tener menos ingresos debido a la influencia del Covid19; las personas que estaban pagando sus deudas normalmente, hasta que se originó el problema del Covid19 (existen excepciones), deudas referentes a casas, carros u otros.
¿A qué tipo de deudas puede aplicar este sistema? Las deudas que se contrajeron antes del 1 de febrero de 2020, y las deudas que se contrajeron desde el 1 de febrero hasta el 30 de octubre del 2020, por necesidad derivadas del Covid19.
¿Qué resultado puede tener con este sistema? Se puede obtener reducción o se pueden eliminar las deudas sin necesariamente perder los bienes que se estaban pagando (no se aplica a todo, depende del caso).
¿Cómo es el proceso para pedir tener reducción o condonación (eliminación) de la deuda? Se solicita TOKUTEI CHOUTEI TETSUZUKI (trámite de conciliación) a KAN’I SAIBANSHO (Tribunal Sumario). Para solicitar y proceder, los profesionales registrados apoyarán gratuitamente a los interesados preparando los documentos y coordinando con los acreedores.
¿A qué tipo de deudas se puede aplicar? En principio, las deudas cuyo acreedores son, entidad financiera como banco, compañía de crédito, etc.
¿Deberán vender sus casas las personas que tienen créditos de vivienda? Existe un trámite que puede conservar sus casas reduciendo o condonando las deudas, excepto crédito de vivienda (pagará crédito de vivienda establecido, o se consultará al acreedor sobre reprogramación de deuda. Esto depende de cada institución).
¿Qué tipo de ventaja tiene este sistema comparado a la quiebra por liquidación o reorganización? i) No va a ser registrado en una lista negra de personas que han declarado la bancarrota; ii) No es necesario pagar al servicio de abogados u otros profesionales; iii) En algunos casos el trámite eliminará la posibilidad de que la entidad que le brindó el crédito, realice algún tipo de reclamo a su garante.
¿Qué tienen que hacer las personas que desean solicitar este sistema? Primero, hay que hablar con el acreedor con el que se tenga la deuda más alta para comunicar y pedir su consentimiento para aplicar el sistema, y luego, pedir al colegio de abogados de su zona para comenzar el trámite.
¿Qué puede hacer si el acreedor no está de acuerdo? Existe una ventanilla de consulta para estos casos: (http://www.dgl.or.jp/guideline/pdf/helpdesk.pdf) También se puede consultar en la ventanilla del colegio de abogados de su zona.
¿Puede pedirse al abogado que atendió la consulta jurídica para que sea él mismo quien realice el trámite? El interesado no puede elegir el abogado que llevará a cabo el trámite.
En su primera conferencia de prensa ofrecida el lunes 4 a las 10:30 de la mañana, el primer ministro Yoshihide Suga indicó que se está evaluando la posibilidad de declarar el estado de emergencia en las prefecturas de Tokio, Saitama, Kanagawa y Chiba, tal como lo han solicitado sus gobernadores y como una medida extrema para frenar el aumento de contagios del nuevo coronavirus.
Sin dar una fecha precisa, el mandatario indicó que la decisión se tomaría esta semana, posiblemente en dos o tres días.
El sábado 2 de enero, la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, así como los prefectos de Chiba, Kanagawa y Saitama solicitaron al gobierno central emitir el estado de emergencia en sus provincias.
Suga se ha mostrado reacio desde un primer momento a declarar el estado de emergencia en parte o en todo el país, tal como hizo Shinzo Abe, su predecesor, en abril del año pasado.
El mandatario en cambio, prácticamente ha dejado la decisión de implementar esta medida en manos de un panel de expertos de la salud, los cuales deberán opinar en los próximos días sobre la pertinencia de adoptar el estado de emergencia y en caso de ser así, en qué prefecturas o ciudades imponerlo y por cuánto tiempo, algo que dependerá en gran parte, de las condiciones y capacidad hospitalaria de cada prefectura para acoger a enfermos graves en caso de un desborde de los contagios.
En la primavera del 2020 Japón ingresó en estado de emergencia, primero en Tokio y luego en otras zonas del país. En Japón, el estado de emergencia no faculta a las autoridades a imponer bloqueos estrictos a la ciudadanía, pero si le da cierta potestad a los gobiernos locales para solicitarle a los comercios de todo tipo, que reduzcan su horario de atención o que cierren temporalmente.
Entre abril y mayo del año pasado, que fue el periodo durante el cual se implementó el estado de emergencia, Japón logró reducir drásticamente los contagios debido a que la inmensa mayoría de la población y de las empresas, decidieron acatar los pedidos del gobierno.
La medida que sí ha sido aprobada de manera inmediata por Suga y que aplicará para la ciudad de Tokio así como para las prefecturas de Saitama, Chiba, Kanagawa y Tokio, es imponer mayores restricciones en el horario de atención de los comercios que expenden comidas y bebidas.
Actualmente, los comercios dedicados a expender comidas y bebidas pueden atender hasta las 10 de la noche en todo el país, sin embargo y luego de que las autoridades de Saitama, Chiba, Kanagawa y Tokio se pongan de acuerdo, este horario se reducirá hasta las ocho de la noche en estas cuatro prefecturas, una medida que los responsables piensan, puede comenzar a aplicarse desde el 7 u 8 de enero.
Mientras que Japón lleva once días consecutivos rompiendo sus propios récords de contagio del COVD-19 alcanzando más de 3,800 casos diarios, las autoridades del Ministerio de Salud acaban de confirmar los primeros infectados por la nueva y más agresiva cepa del virus detectada recientemente en Gran Bretaña.
Se trata de cinco personas, cuatro hombres y una mujer que llegaron a Japón procedentes de Reino Unido, y que actualmente se encuentran en cuarentena en instalaciones facilitadas por las autoridades de salud, luego de que el exagente realizado en el aeropuerto diera positivo para la nueva cepa del virus. Cuatro de las cinco personas son asintomáticos.
Dos de los viajeros aterrizaron en el aeropuerto de Haneda, Tokio, mientras que los tres restantes lo hicieron en el aeropuerto de Kansai, Osaka. Las autoridades aseguran que el virus no se ha diseminado en Japón, y que harán lo posible por mantenerlo fuera del país.
Se cree que esta cepa mutante del nuevo coronavirus es mucho más fácil de transmitir, si bien no se ha probado que sea más mortal que la cepa original. Adicionalmente, tampoco no hay evidencia de que esta nueva cepa reduzca la efectividad de las vacunas. Es decir, la vacuna existente también sirve para neutralizar esta nueva cepa.
A pesar de los aumentos de contagio tanto en Japón en general como en Tokio en particular, el Primer Ministro Suga indicó que la situación actual no justifica volver a declarar el estado de emergencia en el país, el cual fue impuesto por última vez el pasado abril levantándose en mayo.
Sin embargo, el mandatario si realizó un llamado a la ciudadanía para que evite reuniones y salidas innecesarias durante las vacaciones de fin de año.